La idea es que vean cómo se arma, conozcan sus partes, y así despertar la inquietud de ser no sólo consumidores de tecnología.
Elena Soaje confiesa que fue una sorpresa saber que fue uno de los 10 ganadores del Premio MIT Technology Review Innovadores menores de 35 México 2015, por su proyecto de dron educativo, cuya estructura es de piezas lego y que se controla a través de un teléfono inteligente.
“Lo tenemos en pruebas todavía, pero la intención es que los alumnos lo armen con sus propias manos. Hoy los niños pueden adquirir un dron y jugar con él, pero la idea es que vean cómo se arma, conozcan sus partes, despertar la inquietud de ser no sólo consumidores de tecnología… sino de desarrollar juegos, aplicaciones”, comenta Elena Soaje, fundadora de Robocrea.
De acuerdo con la MIT Technology Review, se trata del primer dron que se ensambla sin herramientas y vuela de forma autónoma. Se controla desde un control remoto o un teléfono inteligente, a través de una aplicación que los niños aprenden a programar. Las hélices y otras piezas son fabricadas en una impresora 3D de que dispone Robocrea.
En los talleres que imparten, los niños reciben la formación y materiales para construir el dron. Un profesor de Robocrea les enseña conceptos sobre poleas, engranajes, medición de distancias, velocidad y movimiento, así como el desarrollo que la aplicación que envía las órdenes al robot mediante Bluetooth.
Aunque la intención de Soaje es llegar a todos los niños y niñas posibles, por el momento trabajan más con las escuelas privadas, debido a la complejidad burocrática que implica entrar en los colegios públicos. Las clases pueden ser curriculares, como una materia más o extracurriculares, por las tardes.
“Los niños salen encantados, muchas veces dicen ‘si la maestra me hubiera dicho eso, sería diferente’… tratamos de llegar a la mayor cantidad para quitarles esa percepción de que las matemáticas y las ciencias son difíciles. Los maestros también valoran este proyecto, pero los que más lo aprecian son los padres de familia, que creen que si les hubieran enseñado física de otra manera su historia sería diferente”, expone.
Robocrea es distribuidor autorizado de Lego, tiene 25 empleados, entre ellos especialistas en obtención de capital, ventas, pedagogía y mecatrónica. Cuenta con una sucursal en Saltillo, su “piloto” para extender el modelo de franquicia. A la fecha ha instruido a más de 3,000 alumnos.
Formar capital humano
Guadalajara es considerada un hub tecnológico, ahí se han asentado importantes empresas; sin embargo, apenas 3.45% de los aspirantes al calendario 2015 B en Jalisco se matricularon en carreras del área de ingeniería y ciencias. Una de las razones, considera Elena Soaje, es su miedo a las matemáticas.
La emprendedora es contadora y como gerente de finanzas de una firma de tecnología en la capital tapatía atestiguó la escasez de ingenieros para cubrir vacantes. Las universidades de esa ciudad reportaban que cada vez menos personas se matriculaban en esa carrera por su temor a las matemáticas y a las ciencias.
“Yo tuve buenos maestros –de matemáticas- y encima el mejor coach, que fue mi papá. Él fue ingeniero de Ciencias Químicas por la Universidad de Baja California. Se sentaba conmigo a explicarme las mates de una forma distinta, sencilla”, finaliza.
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