La cirugía se desarrolló en el Hospital Nacional de Niños de la estatal CCSS, lugar en el que se desarrolló la intervención por más de 20 horas, desde la mañana del viernes hasta la madrugada del domingo.
La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) informó que un equipo conformado por 20 de especialistas logró concluir exitosamente la separación de Samuel y Ezequiel, un par de siameses de dos años que nacieron unidos por la cabeza, compartiendo venas arterias y parte de su cuerpo calloso.
La cirugía se desarrolló en el Hospital Nacional de Niños de la estatal CCSS, lugar en el que se desarrolló la intervención por más de 20 horas, desde la mañana del viernes hasta la madrugada del domingo.
La propia CCSS describió el procedimiento como "el más complejo, difícil y largo" jamás realizado por los profesionales en cirugía, neurocirugía y cirugía plástica del hospital de niños, que ahora les permitirá tener una mejor calidad de vida, aunque requerirán de nuevos procedimientos reconstructivos.
También deberán superar los traumas de la intervención, en la que incluso se registró la pérdida de signos vitales de Samuel en dos ocasiones, aunque finalmente pudieron ser recuperados.
Otro detalle fue la pérdida de sangre, para lo que se utilizó lo recaudado en una campaña de donación interna en el hospital que se realizó antes de los procedimientos, en la que participaron casi 30 funcionarios.
En la cirugía final también participaron anestesiólogos, enfermeras y todos los servicios de apoyo, tales como los encargados de laboratorio, de suministro de sangre, nutricionistas y farmacéuticos.
En la cirugía final también participaron anestesiólogos, enfermeras y todos los servicios de apoyo, tales como los encargados de laboratorio, de suministro de sangre, nutricionistas y farmacéuticos.
Al respecto, la doctora Olga Arguedas, directora del hospital, destacó la reacción de su equipo médico ante el caso "de máxima complejidad", para el que se consultó a especialistas internacionales que reconocieron "que era un caso de inusitada complejidad, para el que había que ser muy valientes y hábiles".
"Creo que todos los equipos quirúrgicos lo trabajaron con muchísima seriedad, diseñaron una estrategia, sabían que tenían que trabajar, sabían que iban a enfrentar dificultades, sabían que tenían que contener a la familia en los momentos difíciles, sabían que tenían que conversar y ponerse de acuerdo, se merecen mis felicitaciones", manifestó en conferencia de prensa.
Por su parte, el jefe del departamento de Cirugía, Jaime Cortés, destacó el valor de la entidad pública para realizar el trabajo, "sin la cual una cirugía de este tipo jamás habría sido posible en un país como Costa Rica" por su altísimo coste económico.
Además, el doctor Juan Luis Segura, jefe de Neurocirugía, comentó la importancia de la operación para la posible vida futura de los niños, tomando en cuenta que su calidad de vida habría sido imposible sin realizar el procedimiento a pesar de su complejidad.
"Expertos internacionales nos dijeron que no eran separables, pero fue para dar calidad de vida que decidimos proceder. Era la única oportunidad de ofrecerles calidad de vida y sus padres entendieron, por eso procedimos", afirmó.
Por último, la jefa de Cirugía Plástica y Reconstructiva, Cinthya Mora, destacó el valor del "grupo de trabajo", pues lo que se hizo fue "extraordinario para el país y a nivel mundial".
"Continúan otras cirugías, diferentes etapas y seguimos en un periodo crítico, pero enfrentaremos todas las circunstancias que puedan aparecer en al camino", dijo.
A lo largo de toda la cirugía, la familia de los niños y allegados cercanos estuvieron en una sala acondicionada para ellos, incluidos sus padres Stalin Núñez y Evelyn Badilla.
Ahora los niños se encuentran en cuidados intensivos, en condición crítica que podría estabilizarse en lo próximos días, siempre y cuando logren regular sus capacidades en todos lo ámbitos.
"Tenemos que ver cómo estos niños despiertan, cómo gradualmente lo hacen e iremos evaluando su nivel de recuperación (...) Estamos creando dos cabecitas separadas, esto requiere muchas intervenciones y un cuidado muy estricto, ahora viene el desafío de sacarlos adelante y mantenerlos con vida", señaló la doctora Arguedas.
Tras la operación, la madre de los niños agradeció la labor de todas las personas involucradas y expresó su felicidad en sus redes sociales, en su nombre y en el de toda su familia.
Así mismo, el padre de los siameses comentó al periódico La Nación que el proceso les llevó a "un límite emocional", algo que sólo pudieron sobrellevar con su fe y la compañía de seres queridos.
Hace poco más de 30 años, el Hospital Nacional de Niños ya logró separar a dos niñas siamesas en condiciones de alta complejidad (Karol y Karen); quienes se encontraban unidas por el tronco, compartían una porción del hígado y tenían los corazones entrecruzados