Nuevos dispositivos y terapias afrontan dificultades similares en torno al financiamiento, mientras que las fichas médicas electrónicas avanzan en su adopción.
Cristián Yáñez, Cluster Salud. Una de las principales dificultades que enfrenta constantemente el sector salud en temas de emprendimiento, tiene que ver con la falta de financiamiento. Esto se debe naturalmente a que es un sector sensible donde se trabaja para mejorar la calidad de vida de los pacientes, por lo tanto requiere de mayores regulaciones, años de trabajo, o ensayos clínicos certeros.
El Dr. Adler Perotte, profesor del Departamento de Informática Biomédica de la Universidad de Columbia en EE.UU y cofundador de la Asamblea de la tecnología de la salud, reafirma lo complejo que es generar emprendimientos en la industria de la salud.
“Si estás desarrollando apps móviles, estas van directo al consumidor, entonces no tienes muchos desafíos. Sin embargo, si desarrollas un dispositivo o un nueva droga, especialmente en EE.UU., hay una gran cantidad de regulaciones como de la Food And Drug Administration (FDA), que pueden hacer que sea difícil que avance tu idea”, declara Perotte.
A pesar de estas dificultades, las mayores trabas parecieran tener que ver con la inversión. “Los inversores cuando financian algo, quieren ver el retorno de su dinero en pocos años. Es por eso que hay pocos en el área de cuidados de la salud, porque tienen que destinar muchos recursos en startups focalizadas en dispositivos o terapias y el tiempo de ver algún beneficio puede ser muy largo”, afirma Perotte.
Otro punto tiene que ver con el campo del desarrollo de medicamentos, donde es común que los grandes laboratorios absorban a los más pequeños y sus nuevos productos o terapias. No obstante, para el profesor de la Universidad de Columbia, esto no necesariamente se da así siempre y existen espacios para mantenerse en el negocio. “Cuando una compañía pequeña crea una nueva droga y pasa las fases de prueba, puede darse que un laboratorio grande se interese y la compre o continúe desarrollando el fármaco, pero otras veces la pequeña puede tener una patente que la provea de derechos exclusivos y continuar sin vender. Sólo es una opción”, indica Perotte.
El avance de los registros médicos electrónicos
Crear estructuras de incentivos, no obstante puede ayudar. Un ejemplo. Actualmente, no son muchos los hospitales o clínicas que cuentan con registros médicos electrónicos, tanto a nivel latinoamericano como en EE.UU, en donde existe consenso de qué falta mucho por innovar y para adaptar esta nueva tecnología. Sin embargo, existen iniciativas significativas de parte del gobierno para adoptar los registros médicos electrónicos. “Esa es una de las razones por las que hemos recibido muchas aprobaciones en los últimos tres años. En otros países no existen muchos incentivos, entonces sigues viendo muchos registros en papel”, afirma Perotte.
Otro problema importante tiene que ver con el entrenamiento de los profesionales médicos para que se acostumbren a usar las fichas electrónicas. Para el Dr. Perotte lo difícil es enseñarle a la gente a usarlas y hacer que el trabajo fluya, ya que los trabajadores clínicos usualmente escriben. “Convencer a los viejos doctores para que usen computadores y tratar de que no les tome mucho tiempo aprender, ese es problema”, afirma.
A juicio del experto, existen muchos beneficios al moverse del papel a las fichas clínicas electrónicas, no sólo por el ahorro en costos por papel o en modernización de sistemas, sino por temas de innovación. “Nosotros estamos explorando muchas maneras en como podríamos usar la información clínica proporcionada. La mayoría de mi trabajo es tomar la información que viene de los registros médicos electrónicos y usarlo para hacer predicciones. Así podemos saber si un paciente va a desarrollar una enfermedad que aún no tiene y prevenirla”, comenta Perotte.
En la Universidad de Columbia se hace este trabajo de recolección de información para predicciones sobre enfermedades, donde también se trabaja entregándole resultados genéticos a los médicos. “Normalmente son usados para saber si el paciente o prevenir algún mal que pueda aparecer”, indica Perotte.
La idea principal de esta cooperación tiene que ver, según afirma con “apoyar para que los médicos puedan tomar nuevas decisiones clínicas”.
Hoy la Universidad de Columbia trabaja directamente con hospitales. Esta tiene un centro médico que “está muy conectado con el New York Preston Hospital, por lo que cuando desarrollamos cosas, podemos hacer tests directamente con ellos”, concluye el especialista del Health Tech Assembly.