La ley que regula el teletrabajo ayudará a que crezca esa forma de trabajar, pero en México todavía falta mucho para que se implemente en las empresas.
El teletrabajo en México no es muy avalado por los empleadores. Desconfían de que, lejos de ellos, los colaboradores estén haciendo sus tareas. Si supieran que entre el 20 y el 40% del tiempo que pasan las personas en las oficinas es improductivo, quizá no dudarían en implementarlo.
El mercado para el home office en este país “es incipiente aún”, dice Silvina Moschini, presidenta de TransparentBusiness, una plataforma para gerenciar equipos de trabajo de manera remota. Pero la reciente reforma a la Ley Federal del Trabajo para regularlo y la generación Millennial serán los dos motores que lo impulsan, considera.
La experta en tecnologías de la información señala en entrevista que las compañías aún tienen mucho que aprender sobre esta modalidad. Pero también muchos prejuicios por desechar.
Los estudios de mercado realizados para la empresa que dirige, y la experiencia de la práctica, le han demostrado que el principal problema para permitir el trabajo remoto es la falta de confianza de los jefes.
Los líderes antiguos sienten que tienen el control si están viendo la gente, comenta. “Se enfocan en la gente, no en el trabajo que entregan”. Sin embargo, de acuerdo con diversas investigaciones, dice, el tiempo de producción es de entre 80 y 60% del total de las horas que pasan en las oficinas
El temor no sólo está en las direcciones de pequeños o medianos negocios. Moschini recuerda que en el 2013 la entonces CEO de Yahoo, Marissa Mayer, revirtió la política de home office y llevó a los empleados de nuevo al corporativo. Una decisión, entre otras, que terminó por costarle el trabajo, opina.
El pasado 20 de junio el Senado aprobó cambios a la LFT para regular y promover el teletrabajo. Definió que esa modalidad se trata de que, en lugar de hacer las tareas en la oficina, se puedan realizar desde el domicilio del colaborador u otro lugar que él elija. Es decir, no se trata de empleo por su cuenta.
Esa ley ayudará a que cada vez se implemente más el home office, augura. Pero también los Millennials, quienes en pocos años serán el 75% de la fuerza de trabajo. “Ellos quieren trabajar de manera flexible, remota, viajando, intercambiando experiencias con gente de distintos lugares. Todo eso hace que el modelo tradicional de trabajo cambie”, agrega.
Hacer home office requiere de nuevas habilidades
Además de la confianza, hay otros dos obstáculos para que este modo de empleo prospere, indica Silvina Moschini. La habilidad que tengan los jefes de colaborar con los empleadores en conferencias no presenciales para intercambiar archivos, o conectarse a un chat, por ejemplo.
Por último, la transparencia que pueda haber en los procesos. Los jefes no están preparados, pero a veces tampoco los colaboradores. Por lo tanto, ambos tendrán que aprender no sólo a utilizar herramientas tecnológicas para lograr los objetivos, sino a usarlas para retroalimentarse y demostrar que se cumplen las metas, detalla.
La empresaria del mundo digital subraya que el teletrabajo puede ser la mejor opción para quienes viven lejos, para las personas mayores o con alguna discapacidad. También para las mujeres con hijos. “El 51% de las mamás abandonan su trabajo por falta de flexibilidad”, puntualiza.
Como cualquier proceso de cambio en las empresas, las áreas de Recursos Humanos deben acompañar este proceso con políticas y, en este caso, “también de tecnologías. Si no tienes herramientas digitales simplemente no lo puedes hacer”.
En algún momento, las compañías tendrán que ponerlo en marcha si quieren atraer y retener talento, opina. “Es ridículo que el mercado pierda a tantos buenos colaboradores porque, por ejemplo, viven lejos, cuando el teletrabajo puede resolverlo”.
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