En el síndrome de la cabaña a las personas les agobia la idea de salir al exterior.
Muchas de las personas en América Latina que aún siguen en confinamiento, ya imaginan que podrán hacer una vez que se levante la cuarentena en sus respectivos lugares.
Pero mientras algunos esperan poder salir en cuanto se pueda, otros temen hacerlo porque les agobia la idea de salir al exterior. Conocido en la psicología como el síndrome de la cabaña, estas manifestaciones son similares a las crisis de pánico y habituales en personas que han pasado mucho tiempo en situaciones de aislamiento.
En el síndrome de la cabaña las personas experimentan el miedo de volver al entorno exterior. “Esto no se presenta como una enfermedad o trastorno psicológico, sino como síntomas referidos al espectro ansioso de las personas. Este síndrome puede presentarse generalmente en personas que se aíslan por largos períodos de tiempo, que se encuentran solos/as y que tienen una tendencia hacia la ansiedad”, explica Horacio Llovet, socio fundador de Nawaiam.
Las personas ante situaciones desconocidas suelen armar rutinas para poder enfrentarlas. Las prácticas de aislamiento excesivo ante el coronavirus sostenidas en el tiempo permiten sentir un mayor control que podría ser percibido como natural y traer efectos adversos, por ejemplo, el miedo a salir a las calles.
Algunos de los consejos que entregó Llovet apuntan a evitar la sobreexposición a información, debido a que puede contribuir a alimentar el pensamiento negativo y generar mayor ansiedad. No perder el contacto social y volver de forma paulatina a reencontrarnos con personas conocidas son parte también de las recomendaciones.
De igual forma, el experto sugirió salir, pero sin forzarse, es decir, hacerlo de manera gradual para ir acostumbrando nuevamente al cerebro a sentir seguridad y rechazar el temor. Según el experto, realizar actividades que nos gratifiquen es una buena acción ya que esto genera mayor motivación.
Es conveniente también reconocer el miedo y asumir que el riesgo existe. Tener conciencia de ello es importante para no llegar a la ansiedad o temor extremo. De todas maneras, para Llovet es recomendable solicitar ayuda y orientación de un profesional de la psicología en caso de no poder afrontar la situación actual.