Si no disfrutas tu trabajo o te sientes atado, puede que el problema no sea el empleo, sino que tú. Averigua en qué estás fallando.
¿Eres esclavo de tu empleo? ¿Te sientes “atado” a tu trabajo? Puede parecer una premisa exagerada, pero lo cierto es que, todos sentimos la obligación de trabajar y tenemos miedo de dejar nuestro empleo por todo tipo de razones. Pero hay quienes se sienten tan atrapados, que no logran ver oportunidades para desarrollar su carrera.
Mediante mi experiencia en Coaching y Transición de Carrera, he notado que la gente se siente encadenada a su empleo. Personas exitosas, educadas, calificadas, que están tan inmersas en lo que están haciendo que ni siquiera contemplan la posibilidad de hacer otra cosa; incluso, cuando su trabajo los hace sentir miserables. También hay quienes pierden su empleo y deben buscar nuevas oportunidades y es entonces cuando esas ataduras con el empleo obstaculizan el camino.
Tal es el caso de Chuck, un exitoso ejecutivo que perdió su trabajo a causa de una reestructuración. Él era contador público (y de los buenos). Trabajó en las esferas más altas de una empresa billonaria hasta que un nuevo CEO llegó y decidió que quería reformar el equipo ejecutivo. Chuck pasó de ser un ejecutivo altamente exitoso a ejecutivo en transición de carrera en cuestión de días. Cuando lo conocí, se sentía perdido: proveniente de una familia de profesionales exitosos, líderes en sus áreas, él esperaba ser como ellos; trabajar toda su vida dentro de una misma compañía hasta retirarse. Por lo que, no tenia idea de por dónde avanzar.
Cuando comenzamos a analizar su Carrera, como parte del programa de Transición, se dio cuenta de que se sentía infeliz hacía mucho tiempo. Explicó que había comenzado a odiar tener que ir a trabajar: “Al analizar los últimos años de trabajo, me preguntaba, ¿qué estaba haciendo allí? No disfrutaba de mi trabajo y sentía que me quitaba toda la energía. ¿En qué momento pasó eso?”.
La situación de Chuck era difícil, pero tristemente, habitual. Cada vez más gente en transición de Carrera manifiesta haberse sentido infeliz o incluso, miserable en su empleo. Desafortunadamente, muchas de esas personas no logran ver el camino hacia algo mejor porque todavía están encadenados a su antiguo empleo; no logran verse haciendo algo distinto.
Puede parecer exagerado, pero muchas personas se definen por su trabajo. Por lo que, ante una eventual transición, no logran ver otro camino. Inmediatamente buscan la manera de retomar la misma senda: buscando empleos idénticos al que dejaron, pese a que los hacía infelices, porque no pueden imaginarse otra cosa. Las oportunidades parecen limitarse porque no saben valorar su talento y capacidad en otras áreas o roles.
¿Cómo romper las cadenas? Analizando menos la experiencia laboral pasada, sino aquello que hacemos bien y nos da placer.
Para Chuck, significó concentrarse en la esencia de lo único que le gustaba de su antiguo empleo: los números. Como contador era bueno en eso y al reconocer ésta como una de sus grandes habilidades y pasiones, logró ver que otras industrias necesitaban líderes fuertes con su habilidad.
Chuck consiguió empleo como Líder Senior en una empresa de energía, dirigiendo a un equipo de ingenieros dedicados a las medidas de seguridad de la planta. La gran habilidad de Chuck con los números, sirvió a su nuevo empleador para encontrar soluciones que, literalmente, salvaron vidas. El desafío de este nuevo empleo en una industria diferente, brindó nuevas energías tanto a la carrera como a la vida personal de Chuck.
“Nunca me sentí tan a gusto en un empleo”, expresó Chuck. Una reacción común entre aquellos que logran romper las cadenas con empleos que generan frustración. Es un proceso difícil que conlleva mucha introspección, análisis y coraje.
Para muchos, el punto de partida es la pérdida de empleo, sin embargo, nadie tiene que esperar a estar en transición para ser feliz, para librarse de las ataduras.
Piensa en tu empleo actual y pregúntate: ¿Esto es lo que realmente quiero hacer? Si no lo es, comienza el proceso de limar las cadenas que te atan.
*Texto escrito por Nancy Sullivan, vicepresidenta senior y directora regional de Lee Hecht Harrison, y publicado originalmente en el sitio web de Lee Hecht Harrison Chile*