El hallazgo podría llevar a crear nuevas terapias para curación en el resto de la piel.
Todos sabemos que una herida en la boca parece sanar a una velocidad más rápida que la de una herida en la piel. Más aún, ante una herida en la piel, una primera reacción es la de poner saliva en la herida.
El asunto que ha despertado el interés de los médicos por mucho tiempo ahora parece por fin tener una respuesta. Investigadores de la Universidad de California en San Diego y los Institutos Nacionales de Salud en Bethesda, Maryland, detectaron algunos reguladores genéticos maestros que son más activos en la boca para curar heridas sin dejar cicatrices.
En la revista Science Translational Medicine expusieron su hallazgo. Los reguladores, proteínas conocidas como SOX2, PITX1, PITX2 y PAX9, resultaron más activos en las células queratinocitos en la boca, pero no en las células de la piel del brazo. "Los reguladores retienen la inflamación que puede provocar cicatrices y activan los programas moleculares involucrados en el movimiento de las células y el cierre de las heridas", afirmron los investigadores.
El hallazgo sobre estos procesos de curación diferenciada podrían llevar eventualmente a terapias para el resto de la piel.
Durante la investigación los científicos hicieron pequeñas heridas tanto en la boca como en la parte superior de los brazos de 30 voluntarios. Las heridas en la boca sanaron aproximadamente tres veces más rápido que las heridas producidas en la piel del brazo, en promedio a una velocidad de aproximadamente 0.3 milímetros por día en la boca, en comparación con menos de 0.1 milímetros por día en el brazo.