Mediante una molécula se bloquea la formación de biofilms en catéteres, las válvulas del corazón y las articulaciones artificiales.
Trinity College de Dublín. Los microbiólogos del Trinity College de Dublín han descubierto una nueva forma de evitar que las bacterias crezcan en dispositivos médicos como los usados en reemplazos de cadera o válvulas cardíacas implantadas en el cuerpo humano. El descubrimiento es un paso hacia el desarrollo de nuevas estrategias preventivas que podrían tener un impacto directo en la recuperación de los pacientes inmediatamente después de una operación quirúrgica.
Los dispositivos médicos se utilizan rutinariamente en la medicina moderna para prevenir y tratar enfermedades y enfermedades, pero su uso se ve comprometido cuando una acumulación de bacterias, llamadas “biofilms”, se adhieren a la superficie del dispositivo después de que se implanta en el cuerpo humano. Las comunidades de estas bacterias llamadas “staphylococci” que crecen en los catéteres, las válvulas del corazón y las articulaciones artificiales evitan su destrucción por los antibióticos y el sistema inmune humano, lo cual lleva a que la eliminación y la substitución del dispositivo médico sea generalmente necesaria. Cada incidente de infección por biofilm cuesta entre US$ 54.000 y 97.000 para el sistema sanitario.
Por ello, el equipo de investigación dirigido por el Dr. Joan Geoghegan, profesor asistente de microbiología en la Escuela de Trinity de Genética y Microbiología está estudiando nuevas formas de prevenir la infección relacionada con estos dispositivos médicos. Un avance reciente publicado en la prestigiosa revista Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias muestra que es posible prevenir la formación de comunidades de estafilococos dirigiendo los vínculos que unen a las bacterias.
En colaboración con el experto en microscopía de fuerza atómica Yves Dufrêne y su equipo en la Universidad Católica de Lovaina, Leanne Hays, estudiante de doctorado en el Departamento de Microbiología de Trinity, ha descubierto que es posible impedir que las bacterias se adhieran a las superficies usando una pequeña molécula de bloqueo. El blanco de la molécula es una proteína unida a la superficie de la bacteria llamada SdrC. En experimentos de laboratorio, la molécula bloqueadora impidió que la proteína SdrC reconociera otras bacterias e impedía a los estafilococos crecer como comunidades de biofilm.
Dada las posibilidades que se abren, Geoghegan dijo: “Estos nuevos hallazgos demuestran que es posible evitar que las bacterias creen comunidades, usando moléculas que específicamente se dirigen las proteínas unidas a la superficie de las bacterias. Este avance emocionante dará forma al diseño de nuevos enfoques dirigidos para prevenir la formación de biofilm por Estafilococos y reducir, entonces, la incidencia de infecciones relacionadas con dispositivos médicos”.