El preparador de jinetes paralímpicos Clive Milkins visitó Uruguay y brindó una serie de clínicas a un grupo de diez personas que son potenciales competidores.
Ximena Silva fue diagnosticada con esclerosis hace catorce años. La enfermedad genera un endurecimiento del tejido conjuntivo, lo que acarrea problemas de equilibrio, de postura y de utilización de los miembros del cuerpo, por lo que en 2010, para combatirla, su neuróloga le recomendó realizar equinoterapia, que consiste en la realización de ejercicios y trabajos con caballos.
A cuatro años de su iniciación, Silva no sólo percibe una mejora en su condición, sino que también ha comenzado a interesarse por el aspecto deportivo de la actividad ecuestre.
Para mejorar su preparación de cara a futuras competencias, la semana pasada Silva y otros 10 jinetes del centro ecuestre “Sin límites”, recibieron al entrenador inglés Clive Milkins, quien brindó clínicas –teóricas y prácticas– al grupo y realizó charlas de perfeccionamiento con entrenadores y sobre el financiamiento de las organizaciones caritativas a representantes de ONGs locales.
Milkins posee una trayectoria de 20 años como entrenador de jinetes paraecuestres, entre ellos varios ganadores de medallas doradas en los Juegos Paralímpicos, así como en competencias mundiales y europeas. A su vez, desde hace 20 años es el encargado del centro South Bucks, donde entrena grupos de jinetes.
Invitado por el centro “Sin límites” y con el apoyo de la Embajada Británica en Montevideo, Milkins pudo trabajar entre el 4 y el 8 de noviembre con este grupo con la finalidad de “desarrollar a estos jinetes amateurs, fortalecerlos, mejorar su forma de cabalgar e iniciarlos en la competición”, contó a El Observador.
Por otra parte, su estadía estuvo destinada a comprobar el nivel de los participantes, para evaluar sus condiciones de cara a futuras competencias.
Las edades de los jinetes van desde los 10 a los 40 años, seleccionados entre los integrantes del centro como aquellos con las mejores capacidades. Las actividades paraecuestres se dividen en categorías, que están determinadas por las capacidades de los jinetes, que pueden tener discapacidades tanto físicas como cognitivas.
Los niveles de afección determinan qué tipos de pruebas pueden hacer jinete y montura en las competiciones, por ejemplo, si los recorridos de competición se hacen solo al paso, o si se incluyen movimientos al trote. En el caso del grupo que trabajó con Milkins durante la semana pasada, había participantes con ambas condiciones.
Silva contó que durante la semana de trabajo con el experto inglés realizaron ejercicios que apuntaron a mejorar la técnica, sobre todo de las manos, pero también aprendieron la forma en la que deben colocar las piernas y cómo perfeccionar el equilibrio.
Por otra parte, Milkins realizó charlas con los jinetes para plantear sus objetivos de trabajo y como complemento al aprendizaje en el terreno. Silva destacó los beneficios que tuvo la visita del entrenador, y se mostró “agradecida” por la oportunidad.
En el aspecto terapéutico de la actividad ecuestre, Silva destacó que logró mejorar la fuerza de sus piernas, con lo que compensa los problemas que le genera su esclerosis, además de obtener mejoras en su equilibrio, y en su postura.
Milkins agregó que la equinoterapia permite mejorar la coordinación física, la confianza y también la comunicación, ya que el jinete debe conectarse con su caballo, que también tiene necesidades y comportamientos sociales y sensibles que ayudan a los pacientes.
“Los caballos son parte de la historia humana y son muy comunicativos. Además, tienen como ventaja que no son aburridos, como puede suceder con otros métodos de terapia”, explicó el entrenador inglés.
* Crónica El Observador