El primer caso de la enfermedad resistente a los antibióticos fue detectada en el 2018.
En marzo del año pasado, se anunció que un ciudadano en el Reino Unido contrajo una enfermedad de transmisión sexual que los informes médicos bautizaron como “super gonorrea”. Es considerado el peor caso de gonorrea con el que los expertos se han topado. La infección es resistente a dos antibióticos recomendados para tratarla: la azitromicina y la ceftriaxona.
Ese fue el primer caso a nivel mundial que presentó resistencia a ambos medicamentos, de acuerdo a los investigadores de la agencia nacional de salud británica, que se encuentra investigando el caso. Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS), como el Centro Europeo de Prevención y Control de las Enfermedades calificaron el caso como único.
Pero un nuevo estudio reveló que otras dos mujeres británicas tienen la resistente infección. Un nuevo estudio, publicado en Eurosurveillance, reveló que las mujeres formaban parte de la "misma red sexual" y que se habían acostado con otros británicos en la isla española de Ibiza.
La primera mujer, que visitó al médico en octubre de 2018 con síntomas de la enfermedad de transmisión sexual. Según cuenta Standard UK, tuvo varias parejas sexuales ese año, y con algunas tuvo sexo sin protección.
La segunda mujer, visitó una clínica de salud sexual un mes después y las pruebas revelaron que también tenía la cepa de gonorrea resistente a los antibióticos después de acostarse con un hombre que había visitado la isla recientemente.
“Si bien los casos son actualmente muy raros, hemos alertado y alentado a las agencias de salud pública y médicos de salud sexual europeos a que sepan que esta cepa de gonorrea tiene el potencial de propagarse en Europa”, dijo el doctor Nick Phin, Director Adjunto del Servicio Nacional de Infecciones en Salud Pública de Inglaterra, al medio británico.
En abril de ese año, el hombre diagnosticado con la peor gonorrea del mundo fue curado. Luego de que los dos antibióticos usados en estos casos (azitromicina y ceftriaxona) no funcionaran para vencer esta bacteria resistente, los médicos lograron hallar una solución. Tras hacer un análisis detallado, encontraron que aún había un antibiótico que podía servir para curar la infección: el ertapenem.
Aunque las autoridades pensaban que era el único caso con “supergonorrea”, como la llamaron algunos, al parecer hay otras dos personas con un problema similar en Australia. Una de ellas, como sucedió con el inglés, también tuvo relaciones sexuales en el Sudeste Asiático. El otro no había abandonado el país.
Más allá de lo pintoresco del caso, el episodio de la super gonorrea recuerda que la resistencia a los antibióticos es un asunto que cada vez llama más la atención de organismos de salud mundiales. La Organización Mundial de la Salud advirtió que la Neisseria gonorrhoeae no es la única bacteria que ha adquirido resistencia a los antibióticos comúnmente utilizados. También se han registrado casos con la Klebsiella pneumoniae (una bacteria intestinal común que puede causar infecciones potencialmente mortales) y con la Escherichia coli. Enfermedades como la tuberculosis ya tienen un registro alarmante: el 20% de los casos tratados hasta 2014 fueron multirresistentes.