Autoridades de la iglesia, que han creado lo que llaman un “cementerio de piedras” de mampostería caída, dicen que la catedral es segura de visitar.
El arzobispo de París se encuentra en una misión para recaudar 100 millones de euros (120 millones de dólares) que permitan salvar las deterioradas gárgolas y arcos góticos de la catedral de Notre Dame.
Cada año, entre 12 y 14 millones de personas visitan la catedral del siglo XII, ubicada en una isla en el río Sena. Su construcción comenzó hace unos 850 años, pero la polución y el paso del tiempo han causado desprendimientos de grandes trozos de piedra.
“Si no hacemos estos trabajos de restauración, nos arriesgamos a que se empiece a caer la estructura exterior. Es un riesgo serio”, dijo Michel Picaud, presidente de la organización de caridad Amigos de Notre Dame creada por el arzobispo.
Autoridades de la iglesia, que han creado lo que llaman un “cementerio de piedras” de mampostería caída, dicen que la catedral es segura de visitar.
La entrada es gratis y el estado francés, que es dueño del edificio, destina 2 millones de euros por año para reparaciones. Pero no son suficientes para embarcarse en una restauración importante -la última de ellas realizada en el siglo XIX-, según autoridades de la catedral y de la organización de beneficencia.
Notre Dame es famosa en la cultura popular por ser el escenario donde se desarrolla la novela “El jorobado de Notre-Dame”, de Víctor Hugo, que a su vez ha dado origen a varias películas del mismo nombre, entre ellas el clásico de 1939 de Charles Laughton y el filme de animación de Disney de 1996.
La última, en particular, generó mayor interés en turistas modernos de China y Estados Unidos.
Las autoridades de la iglesia esperan que la fama mundial de la catedral atraiga a donantes, en particular de Estados Unidos. “Las gárgolas son lo que la gente quiere ver cuando viene a París. Si no hay más gárgolas ¿qué verán?”, dijo el jefe de comunicaciones de Notre Dame, André Finot.