La proporción de mujeres con sobrepeso u obesidad al inicio del embarazo se sitúa en torno al 20 y 50% en los países occidentales.
En los últimos años, la atención prenatal se ha enfocado en descubrir de qué manera puede afectar la obesidad materna al desarrollo de la descendencia. La proporción de mujeres con sobrepeso u obesidad al inicio del embarazo se sitúa en torno al 20 y 50% en los países occidentales.
A pesar de que algunos expertos advierten de que esta situación podría producir desórdenes en el perfil metabólico de los hijos, así como perpetuar la obesidad durante generaciones, aún faltan investigaciones en profundidad que fundamenten esta asociación.
Ahora, un estudio publicado en PLoS Medicine, destaca que el vínculo entre el índice de masa corporal (IMC) de una mujer antes del embarazo y las características metabólicas de su bebe está condicionado por las características familiares comunes (estilo de vida, genética, nivel socioeconómico).
De esta manera, el grupo de científicos liderado por Debbie Lawlor, de la Universidad de Bristol, descarta la hipótesis de que la asociación entre adiposidad materna y el metabolismo de los hijos se deba a una serie de mecanismos intrauterinos durante el período de gestación.
“Nuestros hallazgos favorecen más los factores familiares compartidos que un mecanismo de sobrenutrición intrauterina para las asociaciones del IMC materno con los rasgos metabólicos de la descendencia ", aseguran los autores.
Se han analizado más de 5.000 familias
El equipo, formado por científicos de Reino Unido, Estocolmo y Finlandia, ha recopilado datos del IMC de más de 5.000 tríos de madre, padre e hijo de tres generaciones europeas. Además, ha analizado más de 150 rasgos metabólicos en la descendencia y han observado conexiones con el IMC parental, como en el caso de las lipoproteínas de muy baja y alta densidad encargadas del transporte del colesterol.
Sin embargo, debido a que las asociaciones con el IMC materno no son particularmente mayores que las establecidas con el paterno, los expertos descartan que la causa de la asociación resida en un mecanismo intrauterino.
Aunque lo resultados apoyan que la asociación entre el IMC de los padres y las características metabólicas de su progenie podría explicarse a través de la relación entre el IMC de ambos, los autores afirman que el estudio es muy limitado ya que el índice que asocia la masa y la talla del individuo no refleja por completo la complejidad de los distintos cuerpos.
Por último, los investigadores concluyen que las intervenciones para reducir el IMC en todos los miembros de la familia "pueden ser más beneficiosas para la salud cardiometabólica que centrarse en reducir el IMC materno antes del embarazo o durante el mismo”.