Policía reportó que investiga el desvío de recursos, el lavado de dinero y el pago a abogados de unos US$55 millones con dinero de Fecomercio, organismo que agrupa a los comerciantes de la ciudad.

Río de Janeiro. La Policía Federal (PF) de Brasil informó hoy que detuvo al presidente de la Federación de Comercio (Fecomercio) de Río de Janeiro, Orlando Diniz, además de otras tres personas, por su presunta participación en la red de corrupción de la petrolera estatal Petrobras.

La entidad reportó que investiga el desvío de recursos, el lavado de dinero y el pago a abogados de unos US$55 millones con dinero de Fecomercio, organismo que agrupa a los comerciantes de Río de Janeiro.

Diniz está acusado también de desviar al menos USS$920.000 dólares) de dos entidades públicas para la firma Thunder Assessoria Empresarial, de la que es socio administrador.

Estas dos entidades públicas son Servicio Social de Comercio (Sesc) y Servicio Nacional de Aprendizaje Comercial (Senac).

Orlando Diniz fue detenido por agentes de la PF en su apartamento localizado en el lujoso barrio de Leblon en la zona sur de Río de Janeiro, bajo gritos e insultos de sus vecinos.

El acusado presidía hasta diciembre pasado el Sesc, cuando el Supremo Tribunal de Justicia (STJ) ordenó apartarlo del cargo por irregularidades en su manejo.

Uno de los despachos de abogados que habría sido contratado es el de Adriana Ancelmo, esposa del ex gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral (2007-2014), quien está en prisión desde finales de 2016 acusado de liderar desvíos millonarios desde la administración estatal.

Cabral fue detenido en noviembre de 2016 acusado de encabezar una red de desvíos durante su administración, calculados en al menos 300 millones de reales (90 millones de dólares).

Varios ex secretarios regionales de Sergio Cabral también se encuentran en prisión por desvíos.

Como parte de las investigaciones, la PF también investiga la contratación de funcionarios inexistentes, como una encargada de cocina y una trabajadora doméstica de la familia Cabral.

Según las investigaciones, las contrataciones "fantasma" eran a petición del propio Cabral, las cuales ayudaron al ex gobernador a aumentar los sobornos repartidos de forma mensual a sus operadores más próximos y parientes.