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Deudas de cáncer en Bolivia
Lunes, Noviembre 12, 2018 - 12:00

Se sabe que en el país el número de enfermos con este mal aumenta año tras año.

Aunque no hay estadísticas claras, se sabe que en Bolivia el número de enfermos con cáncer aumenta año tras año. Las razones para el incremento de esta enfermedad pueden ser muchas; por ejemplo, los hábitos de vida, el uso de plaguicidas o conservantes en los productos agropecuarios, la falta de políticas de prevención, la poca o ineficiente información que tenemos sobre la salud, el azar, y un gran etcétera como suele ocurrir frente a lo inexplicable. Puede ser que el origen esté dentro de estos supuestos, pero la falta de atención a los enfermos con cáncer en el país, sin lugar a dudas, es un enorme error de planificación, de visión, de gobernanza y hasta de humanidad.

Es inaudito ver a las víctimas de cáncer y sus familias peregrinar, protestar, llorar, llegar a medidas extremas sin que encuentren solución a sus reclamos. Hoy los enfermos no tienen para pagar los exámenes de laboratorio previos a las radioterapias que el Gobierno, presionado, decidió que sean gratuitas. Los exámenes previos cuestan entre Bs 1.000 (US$ 144) y Bs 3.000 (US$ 434) o más, según el avance de la enfermedad. Se ha dado un paso importante a la demanda, pero se ha dejado a la suerte del enfermo, o más bien a la de los familiares, el paso condicionante para recibir el tratamiento; lo que deriva en las manifestaciones frente a la Casa del Pueblo, en los plantones o en los letreros que rezan: “Me estoy muriendo”.

El cáncer infantil es un drama mayor que aumenta cada año. Según datos del Hospital del Niño de La Paz, en 2013 se atendieron 30 casos, pero ahora se atienden 50 casos por año. De este número casi la mitad abandona su tratamiento por la distancia que implica trasladar a los pequeños pacientes desde Potosí, Tarija, Beni o Pando, porque La Paz es como el centro de atención. La segunda causa es la falta de dinero para las quimioterapias; y la tercera son las creencias culturales o religiosas por las que los niños son alejados del tratamiento que deberían seguir.

Es cierto que el Gobierno, a través del  Sistema Integral de Salud (SIS), cubre la atención médica de niños con cáncer hasta los cinco años, pero en el tema de tratamiento solo cubre la leucemia y no  otros tipos de cáncer. Son varias las actividades que se han impuesto grupos de la sociedad civil y voluntarios para recaudar fondos con el objetivo de que los niños continúen su cura hasta completar con la medicación prescrita, pero lo que hace falta es que el Estado asuma políticas integrales y sostenibles que hagan frente a este flagelo. Se trata de una deuda pendiente que debe ser pagada con la asignación de presupuesto para programas de prevención, tratamiento y dotación de equipo para la atención de los pacientes con cáncer. No sé si es mucho pedir.

Autores

La Razón