El tabaco mata a la mitad de todos sus usuarios, a los que no mueren genera enfermedades relacionadas y a menudo sufren de una larga lista de efectos debilitantes como el cáncer de pulmón y del corazón, lo que redunda en altos costos de salud pública.
Aunque el tabaco mata a la mitad de todos sus usuarios, a los que no mueren a causa de enfermedades relacionadas y a menudo sufren de una larga lista de enfermedades debilitantes como el cáncer de pulmón y enfermedades del corazón, lo que redunda en altos costos de salud pública.
Cada año, en el marco del Día Mundial Sin Tabaco, la Organización Mundial de la Salud hace un llamado para poner atención al número de víctimas mortales por el consumo del tabaco y a la necesidad urgente de enfrentar esta práctica considerada por los entes sanitarios "epidemia mundial".
En esta oportunidad el esfuerzo se centra en aumentar el precio de los productos del tabaco aumentando los impuestos, considerada como una de las formas más eficaces para reducir el consumo de tabaco. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado que el aumento del precio del tabaco mediante el aumento de los impuestos a este producto es la forma más eficaz de reducir el consumo en todo el mundo.
Los aumentos de impuestos son particularmente eficaces en la reducción del consumo de tabaco entre las poblaciones vulnerables, incluidos los fumadores de bajos ingresos y jóvenes. Con sólo un aumento del 10% en los precios del tabaco mediante aumento de impuestos se lograría reducir el número global de fumadores en una cifra cercana a 42 millones y salvar cerca de 10 millones de vidas.
El caso más destacado de Latinoamérica en los últimos años es Brasil, en donde se aumentaron los impuestos al tabaco por encima de la inflación entre 2006 y 2013 dando lugar a una caída del 32% en las ventas de cigarrillos, por lo que cuatro millones de personas dejaron de fumar en esa nación, además sostiene un aumento significativo en los ingresos fiscales.
América Latina ha experimentado un importante crecimiento económico en los últimos años, en especial Chile, México, Perú y Uruguay, con lo cual, los ingresos de los consumidores se han mantenido por encima del aumento de precio de las cajetillas.
A nivel mundial, el consumo de tabaco sigue siendo la principal causa de muerte prevenible y cobra más de seis millones de vidas cada año. Más del 80% de estas muertes relacionadas con el tabaco se producen en países de bajos y medianos ingresos, que afecta de manera desproporcionada a algunas de las poblaciones más vulnerables del mundo y la creación de gastos que muchos países no pueden hacer frente.
El tabaco mata a la mitad de todos sus usuarios, a los que no mueren genera enfermedades relacionadas y a menudo sufren de una larga lista de efectos debilitantes como el cáncer de pulmón y enfermedades del corazón, lo que redunda en altos costos de salud pública.
Un estudio reciente del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) con sede en Buenos Aires Argentina, reveló que 1.039 personas mueren diariamente en América Latina a causa del tabaquismo, al igual que 162.028 personas son diagnosticadas anualmente por algún tipo de cáncer provocado por el consumo del tabaco.
La investigación también reveló que año a año los países latinoamericanos deben gastar más de US$30.000 millones sólo para tratar los problemas de salud asociados al consumo del tabaco. El estudio incluyó a más de cuarenta expertos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Perú y México.
El Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud Sobre el Control del Tabaco obliga a las naciones que han firmado a implementar medidas de control del tabaco que incluyen el aumento de impuestos y políticas de precios más estrictas.
El Día Mundial Sin Tabaco de este año pone de relieve la necesidad urgente de que los gobiernos implementen acciones inmediatas para aumentar los impuestos, para salvar vidas de la epidemia de tabaquismo que generará mil millones de muertes en este siglo.