Los números a nivel regional se han triplicado desde 1980. La insulina también triplicó su precio, pero sólo en 10 años, y se mantendría al alza.
Cluster Salud. El informe sobre el diabetes -uno de los más extensos hasta la fecha- fue presentado este miércoles en Ginebra y dejó en evidencia que, debido al envejecimiento de la población y los crecientes niveles de obesidad a nivel global, representa un problema y un desafío para la salud pública mundial.
En el contexto regional, el diabetes es la cuarta causa de muerte -detrás del infarto, los accidentes cerebrovasculares y la demencia- y uno de cada doce latinoamericanos la posee, subiendo de 18 millones en 1980 a 62 millones de personas 35 años después. Es más, estimaciones de la OMS indican que de mantenerse el ritmo de crecimiento de este problema en la región, para el 2040 serían 110 millones de casos.
Es así como, en 2015, sobre 70% de la población promedio de México y el 57% de sus niños se encontraban con sobrepeso. Y otros países latinoamericanos, cual es el caso de Venezuela, Argentina y Chile mostraron tasas similares, lo cual augura una explosión de casos de diabetes a mediano plazo. Explosión que, ya se ha anticipado, podría colapsar a los servicios de salud pública en una a dos décadas más.
Es por esto también que el informe destacó la importancia de aplicar políticas que incentiven un cambio en el estilo de vida de los ciudadanos y mejorar las instituciones de salud, con el fin de que cuenten con la capacidad de diagnosticar, tratar y mejorar la calidad de vida de los diabéticos.
En esa misma línea Carissa F. Etienne, Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), afirmó que "la mejor forma de prevenir la diabetes es que las personas sigan una alimentación saludable, evitando sobre todo los alimentos ultraprocesados –altos en calorías y pobres en nutrientes- y las bebidas azucaradas, y realicen actividad física en forma regular para mantener un peso saludable”, y agregó que la lucha contra el diabetes no era solo una lucha personal: es misión de los gobiernos adoptar medidas que sirvan para “hacer que la opción saludable sea la opción más fácil de tomar”.
En el plano mundial, el informe de la OMS indicó que en 35 años los casos de diabetes se cuadriplicaron alcanzando los 422 millones. También se evidenció que en general la enfermedad se presenta más en hombres que en mujeres, mostrando un mayor crecimiento en países de escasos recursos o en desarrollo como China, Egipto, India, Pakistán, Indonesia y México.
Cada vez surge más evidencia científica de que esta verdadera "epidemia" se relaciona con la presencia de algunas de las variantes refinadas de la glucosa y fructuosa (bajo la forma de JMAF, Jara de Maíz de Alta Fructuosa) presentes en el pan industrial, las galletas, los alimentos congelados, las prepizzas, los jugos envasados, mermeladas, salsas, chacinados y/o encurtidos. De manera que, incluso las personas que no agregan azúcar a sus comidas o cafés, consumen cantidades enormes de estas sustancias lo cual, a la larga, termina destruyendo el sistema homeostático del cual la insulina es parte esencial.
Suben los enfermos y sube el precio de la cura
Además, convertirse en diabético es cada vez un pero negocio, si de mirar la billetera se trata. Un estudio realizado por la Universidad de Melbourne (Australia) y la Universidad de Michigan, y también divulgado estos días, mostró un alza constante del precio de la insulina -fundamental para que los diabéticos puedan regular sus niveles de glucosa a diario-, la cual pasó de un costo anual de US$ 231 en 2002 a US$736 en 2013.
Básicamente, el valor de 1ml del medicamento aumentó de US$ 4,34 a US$ 12,92, al igual que su utilización por prescripción médica, de 171 ml a 206 ml. Este último aumento iría de la mano con el alza en los indices de obesidad a nivel mundial, lo que habría obligado a los médicos a recetar más insulina en concordancia con lo que necesitaría el cuerpo de los pacientes. Y se espera que el costo siga aumentando.
A pesar de que el panorama pareciera abrumador para quienes padecen la enfermedad, no todo son malas noticias. El gasto en otros medicamentos necesarios para combatir la diabetes bajó de US$ 600 a US$502 en el mismo período y en la actualidad farmacéuticas se encuentran desarrollando bio-equivalentes de la insulina, los cuales incluso estarían en aprobación por la FDA. Si bien la baja en el costo no sería tan radical -se calcula que el valor estaría 15% por debajo de la insulina del mercado-, el aumento de la competencia en el rubro podría marcar aún más esa caída y alivianar la ya pesada carga económica que deben asumir los diabéticos.