Por Maribel Ramírez Coronel, Periodista en temas de economía y salud para El Economista.
La pandemia de la diabetes por la cual se supone estamos en México en estado de emergencia puede ser vista como un monstruo enorme que si no atacamos ahora adecuadamente, dentro de unas décadas será inmanejable y nos significará costos incuantificables.
Para darnos una idea del tamaño del gran monstruo que representa la diabetes tengamos en cuenta lo siguiente:
Hace 15 años eran unos 5 millones de mexicanos los que vivían con diabetes. Actualmente el número se ha elevado a 14 millones. Conforme va el ritmo de crecimiento, en 25 años serán 25 millones de diabéticos.
Es un crecimiento muy acelerado, pero veamos cuál es el mayor problema. Los costos económicos y sociales que ahora nos está implicando la epidemia de diabetes y que representan 15% del presupuesto en salud, son sobretodo por las complicaciones de los 5 millones de diabéticos que había hace 15 años.
Las complicaciones de los 14 millones que hoy tienen diabetes las estaremos cubriendo para dentro de 10 años, por ahí del año 2027. Y entonces estará absorbiendo el 45% del presupuesto en salud. ¿Qué sistema de salud puede sostener eso?
Y es que consideremos que de los 14 millones que hoy padecen diabetes en México, sólo el 50% está diagnosticado, o sea, 7 millones. Y de éstos, sólo la mitad -3,5 millones- está en tratamiento. A su vez, de éstos que sí están tratados, sólo 50% está alcanzando sus metas de control.
Es decir, apenas 1,8 millones de personas con diabetes en México están realmente controlados y podrán evitar las complicaciones a futuro.
La gran mayoría va a terminar muriendo por una complicación de su diabetes y el sistema de salud tendrá que atender esas complicaciones -personas en diálisis, con amputaciones, con ceguera y/o múltiples discapacidades- mucho más caras que el propio tratamiento para diabetes.
Actualmente México gasta en diabetes de 20 a 25% para medicamento y de 75 a 80% en complicaciones. Si no se controla la enfermedad esa proporción se puede voltear.
Este escenario nos lo ha pintado Yiannis Mallis, el capitán en México de NovoNordisk, una compañía de Dinamarca especializada precisamente en tratamiento para diabetes. Mallis está buscando empujar aquí el plan Ciudades Cambiando la Diabetes donde se incluye a la ciudad de México entre otras grandes urbes del mundo proyectando cambiar esa realidad.
Para lograr un punto de inflexión de la diabetes en la ciudad de México en 30 años, necesitamos bajar la obesidad en una cuarta parte.
Y para evitar que la diabetes siga creciendo, es decir simplemente mantener el nivel actual, tendríamos que bajar la prevalencia de obesidad a la mitad.
Del 30 actual a un 15% de mexicanos. Para ello se tiene que actuar con fuerza en 4 macrotendencias que elevan la prevalencia de diabetes: la edad promedio, la expectativa de vida, la urbanización y el sedentarismo.
Las más posibles de atacar son el sedentarismo y la urbanización; algunas ciudades del mundo están logrando estabilizarlas.
En México estamos en la etapa en que las 4 variables crecen y apenas estamos en el inicio de los primeros 10-15 años de la curva ascendente.
La estrategia, dice NovoNordisk, debe considerar que las ciudades son el primer frente de batalla contra la diabetes.
Esto se discutió en la reciente Cumbre de Ciudades Cambiando la Diabetes celebrada el mes pasado en Houston, donde se habló de que la historia de la diabetes es la misma en todos los países, y para atacarala debe verse en tres dimensiones: infraestructura, persistencia e inversión.