Pasar al contenido principal

ES / EN

Diego del Alcázar Benjumea, vicepresidente de IE University: "En el futuro habrá mucha más cooperación entre las instituciones académicas"
Martes, Octubre 20, 2020 - 14:35

A propósito de los cambios que están enfrentando las b-schools, varios se preguntan cuál será el camino de acá en adelante. Para Diego del Alcázar, es clave el modelo híbrido y la customización del aprendizaje.

Durante este periodo, las escuelas de negocios han tenido que adaptarse, realizando clases y actividades de manera online o híbrida, una experiencia que les ha dejado varios aprendizajes.

De ahora en adelante se modernizarán varias escuelas, mejorando sus procesos y adoptando nuevas plataformas que les permitan captar a estudiantes que buscan formarse en un entorno en crisis. En IE University, por ejemplo, enfrentan el desafío de mostrarles a sus alumnos las bondades de la educación híbrida, la cual combina las clases online con las presenciales.

Para conocer los desafíos de las b-schools, así como la experiencia de IE, hablamos con Diego del Alcázar Benjumea, vicepresidente de IE University, que junto con junto al Ayuntamiento de Madrid, BBVA, Endesa, BStartup de Banco Sabadell, Google for Startups y Telefónica, organizaron el South Summit 2020, que concluyó el 8 de octubre y congregó a inversores y corporaciones en búsqueda de innovación.

-¿Cuáles han sido los principales desafíos de IE University durante este periodo de pandemia?

En IE University tenemos 20 años de experiencia en el desarrollo de metodologías de liquid learning o aprendizaje líquido, que combinan formación presencial y online. Muchos de nuestros programas y alumnos ya utilizaban esta metodología y la pandemia ha acelerado este proceso. Nuestro principal reto ha sido mostrar a todos nuestros alumnos que la formación híbrida es más completa y está más alineada con el mundo en el que vivimos, en el que nos movemos cada día con mayor naturalidad y fluidez entre el entorno presencial y virtual. Nuestro modelo de liquid learning nos permite tener una experiencia académica mejor.

Muchas instituciones académicas han trasladado la clase presencial a plataformas digitales y eso limita la experiencia. Nosotros tenemos tecnologías sofisticadas como Wow Room y contamos con profesores formados en online learning, acostumbrados a dar clase en entornos virtuales con tecnologías síncronas y asíncronas. Esta experiencia nos ha situado en una situación de privilegio,

-En la nueva normalidad, se espera una especie de guerra por estudiantes. ¿Será momento de potenciar la marca país y el de la escuela? ¿Qué clase de medidas se podrían tomar?

Nosotros no entramos en guerra con nadie. Apostamos por nuestro modelo de formación. Y España juega sin duda un rol esencial en nuestra propuesta porque es un país de destino atractivo para vivir. Este año tenemos alumnos de más de 140 nacionalidades en nuestra institución, hemos desarrollado un ecosistema diverso y gran parte de nuestros alumnos se forman online desde todas partes del mundo y tienen periodos presenciales tanto en Madrid como en las principales capitales internacionales.

Nos centramos en desarrollar nuestro propósito que es impulsar el cambio a través de la innovación, la investigación y la educación. Y creemos firmemente que nuestros valores tienen más sentido que nunca. Además de la innovación y el desarrollo tecnológico, por las razones que he mencionado, también apostamos por la diversidad puesto que esta crisis también nos ha hecho ver de una forma muy gráfica que todos estamos conectados. Otro valor clave para nosotros son las humanidades porque formamos personas que en estos tiempos tienen que utilizar la tecnología en su beneficio y no estar sometidos por ella. Y por ultimo promovemos el emprendimiento porque necesitamos lideres que generen nuevas oportunidades de negocio, que impulsen el cambio y afronten los retos de este nuevo mundo.

-En este momento, ¿cuáles son las principales fortalezas de IE University?

Sin duda, la primera fortaleza es nuestro propósito, nuestra misión, impulsar nuestros valores. Además, nuestro modelo de liquid learning supone un paso adelante en nuestra estrategia de más de 20 años apostando por nuevos modelos de formación. Y en tercer lugar, la cultura de nuestra comunidad, de nuestros alumnos, antiguos alumnos, faculty y staff es clave: ellos promueven valores de esfuerzo, solidaridad, compromiso y sensibilidad hacia cuestiones sociales y medioambientales que nos llenan de orgullo.

-¿De qué manera las universidades tendrán que diferenciarse en la nueva normalidad?

Creo que las instituciones académicas no deben mirar a la tecnología con miedo o como un sustituto de la formación presencial. Al contrario, la tecnología nos va a permitir mejorar exponencialmente tanto la experiencia académica como la vida social de la universidad. Y nos va a permitir personalizar la educación en función del tipo de inteligencia de cada estudiante.

-Además de las clases híbridas y de las medidas preventivas contra el COVID, ¿qué tipo de cambios veremos en las b-schools de acá en adelante?

Sin duda, a partir de ahora esperamos que cobre mucha más relevancia la modularidad en la educación. Además, esta nueva realidad ha puesto de manifiesto la necesidad de hacer upskilling, mejorar las capacidades en todos los rangos de edades. El lifelong learning va a ser clave. Y también creo que en el futuro próximo habrá mucha más cooperación entre las instituciones académicas y también con las corporaciones tecnológicas.

-Varias escuelas están potenciando sus programas híbridos e, incluso, lanzando otros online. ¿Qué deben tener los programas de postgrado en estos momentos para captar la atención de los estudiantes y estar al día con las nuevas necesidades del mercado?

Creo que esta crisis ha acentuado la conciencia social de las personas que quieren estudiar un programa de grado o postgrado. Tenemos mucha más sensibilidad colectiva y los programas tienen que tener “alma”, tienen que tener un propósito. Nuestros alumnos quieren promover un cambio y quieren tener un impacto positivo en el mundo. Y es nuestra responsabilidad formarlos con niveles de excelencia académica y desarrollar sus capacidades para que cumplan este objetivo.

Además en un mundo donde la tecnología forma una parte tan relevante de nuestras vidas,  todos tenemos que entender y hablar el idioma de la tecnología para poder sacarle el máximo partido y sobretodo para entender sus riesgos. Y por lo tanto los programas tienen que tener un alto componente tecnológico, es clave que así sea.

Por último, los programas tienen que fomentar la customización del aprendizaje, tienen que estar personalizados para dar respuesta a los capacidades de aprendizaje de cada alumno.

Autores

Daniela Arce