La obesidad, el sedentarismo, el consumo de tabaco y alcohol, y la dieta desequilibrada son factores de riesgo relacionados con este mal.
"Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina”, fue la frase con que Hipócrates resumió la clave de una buena salud —a partir de una alimentación adecuada—, la cual ayuda a evitar enfermedades como el cáncer.
La Organización Mundial de la Salud refiere que los nuevos casos de cáncer aumentan de manera vertiginosa y se calcula que dentro de dos décadas se diagnosticarán 22 millones al año, si no se detiene su avance. En Guatemala se reportan 13 mil casos anualmente, y muchos de ellos son prevenibles.
La obesidad, el sedentarismo, el consumo de tabaco y alcohol, y la dieta desequilibrada son factores de riesgo relacionados con este mal.
Se recomienda hacer ejercicio al menos 30 minutos al día, aumentar la ingesta de vegetales y reducir la de carnes rojas; evitar los alimentos procesados y grasas, dejar hábitos dañinos y controlar el estrés.
En este reportaje se incluyen diez alimentos que contribuyen a reducir el riesgo de cáncer, de acuerdo a información de Muyinteresante.es.
Vino
Los hombres que toman cuatro copas de vino tinto a la semana reducen en 50% el riesgo de padecer cáncer de próstata, gracias al antioxidante resveratrol, que reduce los niveles de testosterona, que estimula el crecimiento tumoral.
Brócoli
El brócoli es el alimento anticancerígeno por excelencia. La clave está en su elevado contenido en isotiocianatos, sustancia también presente en el repollo y la coliflor, que elimina la proteína del gen p53 defectuoso, que provoca el crecimiento anormal de las células.
Granada
La granada contiene elementos que inhiben el movimiento de las células cancerosas y reducen la metástasis, evitando la expansión de la enfermedad, según afirma un reciente estudio efectuado por la Universidad de California, Estados Unidos.
Café
Según un estudio de la Universidad de Rutgers, EE.UU., beber café y aplicarlo sobre la piel resulta eficaz para prevenir el cáncer de esta, ya que la cafeína inhibe la proteína ATR, que al ser neutralizada destruye las células dañadas por los rayos ultravioleta luego de la excesiva exposición al sol.
Leche
La leche tiene propiedades anticancerígenas, por su alto contenido de vitamina D. Además, se ha descubierto que la leche materna, además de fortalecer el sistema inmunológico del bebé, previene tumores infantiles agresivos, gracias a dos de las proteínas que contiene —TRAIL y Hamlet—.
Ciruela
Recientes estudios han revelado que los extractos de ciruela y melocotón ayudan a destruir las células del cáncer mamario, incluso a las más agresivas, sin dañar las sanas, lo cual abre las puertas a nuevos tratamientos de quimioterapia sin efectos secundarios.
Nueces
Científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad Marshall, Estados Unidos, demostraron que comer unos ocho nueces al día reduce el riesgo de padecer cáncer de mama, por su alto contenido en ácidos grasos omega-3, antioxidantes y fitoesteroles.
Orégano
Según investigación de la Universidad Long Island, EE. UU., uno de los componentes del orégano, el carvacrol, induce la muerte celular programada en las células tumorales de la próstata. Además, tiene propiedades antinflamatorias.
Tomate
El licopeno, presente en el tomate, ha demostrado su capacidad para inhibir la proliferación celular, al tiempo que tiene un efecto anticarcinogénico, ya que interviene en la comunicación intercelular y modular de los mecanismos inmunológicos.
Huevo
Según un estudio del Hospital Vall d’Hebrón, de Barcelona, España, consumir huevos es efectivo contra el cáncer de colon. Su contenido de vitamina D impide que actúe la betacatenina, una proteína clave en la transformación de las células cancerosas.
