La idea es seguir compartiendo imágenes y hechos que generan gracia y orgullo, pero se recomienda seguir algunas reglas básicas para evitar cualquier peligro.
Hijos, sobrinos o primos menores siempre son motivo de orgullo para sus padres y parientes. COn las facilidades actuales de la tecnología, siempre es posible compartir con el mundo las últimas gracias, premios, distinciones o chistes en los que ellos son protagonistas.
Sin embargo, las experiencias amargas de varias personas han llevado a varios expertos a generar estándares de seguridad para proteger a esos menores de malos usos que extraños puedan hacer de las informaciones compartidas en Facebook, Twitter o Instagram.
A estas alturas queda más que claro que en internet no sólo la comunicación es con amigos y familiares. También hay interesados en buscar datos e informaciones que permitan acceder a menores.
En un aspecto superficial, puede que sólo les interese ver las fotos, pero de allí es posible que también puedan acceder a datos de hijos o sobrinos. La idea es seguir compartiendo imágenes y hechos, pero se aconseja seguir algunas reglas básicas para evitar cualquier peligro.
-1 Especial cuidado con las pistas en torno a lugares que los menores frecuentan (colegios, plazas, parques).
-2 Evitar imágenes junto a autos con matrículas a la vista.
-3 Se recomienda no incluir su identificación en los archivos de las fotos.
-4 Jamás incluir informaciones referentes a los horarios de los niños ni detalles de sus actividades habituales.
-5 Al subir fotos no entregar la idea de que andan solos en lugares o rutinas. Ojo con mensajes como "los extraño mucho ahora que estoy lejos". Ese tipo de mensajes son señales muy claras.
-6 También se recomienda evitar los uniformes del colegio o camisetas identificativas de sus equipos.
-7 Si las imágenes se toman desde móviles o tabletas con GPS, desactivar la función de localización. Si esa información no se desconecta, es posible rastrear dónde se tomaron las fotos.
-8 Generar estándares comunes en torno a este tipo de consejos con amigos y familiares, de manera de enfrentar en común la protección de los menores. Un punto importante puede ser que siempre exista acuerdo entre las partes involucradas antes de subir una imagen.
-9 Al subir una foto o una información en las redes sociales, incluso al compartir sólo con amigos y cercanos, lo cierto es que se hace inmediatamente pública. Y lo más probable es que nunca se pueda eliminar esa foto de internet.
-10 Otro aspecto que muchos analistas subrayan es que se considere en el futuro la sensación de los menores al ver toda su vida fotografiada en las redes sociales. Aunque sean graciosas, lo más probable es que muchas imágenes no contarían con la aprobación del menor aludido.
El objetivo principal, en todo caso, es que las imágenes y fotos sean cien por ciento anónimas y no exista posibilidad de rastrearlas, ni de identificar al menor.