A continuación, las acciones que debe tomar todo profesional junto con las habilidades a desarrollar.
Dada la desaceleración que se vive en América Latina, las empresas están ajustando su dotación de personal. Por lo mismo, se debe tener la capacidad de entender qué buscar en el mercado y ver qué se le puede ofrecer.
Sobre esto, Horacio Llovet, director ejecutivo de Tu Primera Pega, enfatiza en las habilidades que deben tener los profesionales que buscan empleo; mientras Isaías Sharon, director ejecutivo de Smart Coach, refiere sobre tres acciones claves que se deben llevar a cabo.
Sharon recomienda diversificar los rubros y las áreas profesionales donde se busca trabajo, para ampliar las posibilidades de encontrar empleo; ser proactivos, buscar opciones laborales más allá de las ofertas publicadas y acercarse a las empresas donde le gustaría trabajar en busca de una oportunidad real; y utilizar al máximo las redes de contacto, comentando la búsqueda de trabajo que se está realizando y compartiendo el currículo para posibles ofertas.
Llovet dice, además, que las las empresas buscan profesionales que sean visionarios, generalistas, pero a su vez especialistas. “Se trata de un profesional que tenga herramientas de gestión que lo hagan enfrentarse a contingencias cotidianas en la empresa tanto a nivel interno como externo”.
La flexibilidad y capacidad de adapación son igualmente relevantes. Tienen que ser racionales y calculadores, y conocer de forma integral el problema o la situación empresarial o de negocios. “Del mismo modo, el ejecutivo de hoy tiene que acostumbrarse a convivir con la incertidumbre en la que se mueven los negocios y las empresas del país”, dice Llovet.
Una cuarta y quinta habilidad serían, según el director de Tu Primera Pega, tener empatía y manejo de medios. “Pocos ejecutivos tienen la capacidad y/o habilidad de manejar los medios de comunicación. Ante la presencia de crisis, es vital contar con tal experiencia, ya que claramente es un plus muy importante y competitivo”, dice.
En otras áreas, el ejecutivo ideal de la próxima década debe tener una comprensión profunda de por lo menos un campo o disciplina, pero también debe tener la capacidad para conversar en el idioma de una gama más amplia de disciplinas. Esto requiere de un sentido de curiosidad y del deseo de seguir aprendiendo más allá de los años dedicación formal.
“Podemos seguir enumerando cualidades que pueden funcionar como "excluyentes" para los ejecutivos del futuro, pero lo que realmente marca la diferencia es un atributo único e irreemplazable: 'la experiencia'”, dice Llovet. Y es que es el resultado de las vivencias, decisiones y sucesos, tanto fracasos como éxitos, los que marcan el carácter y comportamiento en el mundo laboral.
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