El año pasado murieron 239.000 niños por la enfermedad y un total 1,6 millones de personas.
La tuberculosis, una enfermedad prevenible y curable que el año pasado causó la muerte de 1,6 millones de personas en todo el mundo, es el centro de atención durante la 49° Conferencia Mundial de la Unión sobre Salud Pulmonar inaugurada el 24 de octubre en La Haya.
Los millones de fallecimientos innecesarios ocurridos cada año por causa de la tuberculosis constituyen una emergencia de salud global y exigen una acción urgente, dijo Luis Castro, director ejecutivo de la Unión Internacional contra la Tuberculosis y la Enfermedad Pulmonar (la Unión) que organiza la conferencia.
En la actualidad, la tuberculosis mata a más personas que el VIH/Sida y es la enfermedad infecciosa que más personas mata en el mundo. El año pasado, 10 millones de personas presentaron tuberculosis. De los 1,6 millones de personas muertas por la enfermedad el año pasado, 239.000 fueron niños.
La conferencia de tres días exhorta a adoptar un enfoque de derechos humanos y a asumir un mayor compromiso político para erradicar la tuberculosis y reducir la amenaza global del uso del tabaco, la contaminación del aire y otras enfermedades pulmonares.
La Conferencia Mundial de la Unión es la mayor reunión del mundo de médicos, encargados de la elaboración de políticas, gestores de salud pública, investigadores y otros que trabajan para poner fin al sufrimiento provocado por la enfermedad pulmonar en países de ingresos bajos y medios. Se espera la asistencia al evento de cerca de 4.000 delegados de más de 80 países.
La conferencia analizará los avances científicos y los obstáculos para desarrollar formas de prevención de la tuberculosis seguras y amigables, el suministro de medicamentos para tratar la enfermedad y estrategias para abordar las barreras que impiden que la prevención y el tratamiento efectivos estén disponibles para todos.
Naciones Unidas realizó en septiembre una reunión de alto nivel sobre la tuberculosis en Nueva York, encuentro que concluyó con una declaración política firmada por líderes mundiales comprometidos con acabar con la tuberculosis para el 2030.