Las protestas coinciden con el séptimo aniversario de la denominada "Primavera Negra" de marzo del 2003, cuando el gobierno cubano encarceló y condenó a 75 opositores.
La Habana. Las Damas de Blanco, un grupo de madres y esposas de presos políticos cubanos, preparaban el martes su segundo día de protestas en silencio por las calles de La Habana para pedir la liberación de sus familiares encarcelados y el respeto a los derechos humanos en la isla.
Las protestas de unas 22 mujeres coinciden con el séptimo aniversario de la denominada "Primavera Negra" de marzo del 2003, cuando el gobierno cubano encarceló y condenó a 75 opositores en juicios sumarísimos a penas de entre 6 y 28 años de cárcel.
Este lunes realizaron su primera manifestación. En una de las esquinas de La Habana corearon "Zapata vive", en recordación del fallecido preso Orlando Zapata, quien murió tras 85 días en una huelga de hambre pidiendo mejores condiciones de detención.
La madre de Zapata, Reyna Tamayo, encabezó este lunes la marcha.
El aniversario llega en un momento delicado para el gobierno comunista, cuyo historial de derechos humanos está en el centro de críticas en Europa y Estados Unidos por la muerte de Zapata y tras la huelga que sigue el disidente Guillermo Fariñas, pidiendo la liberación de unos 20 presos políticos en la isla.
Hasta ahora no se ha producido ningún incidente con las autoridades cubanas, que consideran a los disidentes mercenarios al servicio de su enemigo Estados Unidos.
En La Habana, los transeúntes miraban con sorpresa a las mujeres que fueron a misa en una céntrica iglesia del Vedado, en contraste con una marcha de diciembre, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, cuando fueron empujadas y abucheadas por partidarios del gobierno.
Laura Pollán, líder del grupo opositor, dijo que durante esta semana habrá marchas todos los días.
Las protestas están encaminadas a apoyar a los presos en lo que se conoce como la ofensiva del gobierno contra los opositores, denominada "Primavera Negra", que comenzó 18 de marzo del 2003 y desató una amplia condena internacional a Cuba.
El esposo de Pollán, Héctor Maseda, es uno de los 52 presos del grupo de los 75 disidentes que permanecen tras las rejas.
Las Damas de Blanco se oponen a las huelgas de hambre, pero "lamentablemente, hay que regar los campos para que puedan florecer. Para nosotros, que hemos tenido el agua con sangre, y que la sangre era de Orlando Zapata", dijo Pollán.
El presidente cubano, Raúl Castro, que sustituyó a su convaleciente hermano Fidel hace dos años en el poder, expresó su pesar por la muerte de Zapata, pero culpó a su enemigo Estados Unidos por apoyar a la disidencia para socavar al sistema comunista.
Fariñas, hospitalizado. Otro opositor en huelga de hambre, Guillermo Fariñas, de 48 años, está cumpliendo el martes el día 21 de su ayuno de protesta en la ciudad central de Santa Clara, en búsqueda de la liberación de 26 prisioneros políticos enfermos, según relató a Reuters.
Se desmayó el jueves y permanece hospitalizado recibiendo líquidos por vía intravenosa.
Los dos casos, el de Zapata y Fariñas, han dejado expuesto a Cuba ante los pedidos de liberación de sus cerca de 200 presos políticos, según grupos de derechos humanos, y a una renovada condena de Estados Unidos y Europa.
El Parlamento Europeo votó la semana pasada para denunciar la muerte de Zapata, y expresó su alarma por Fariñas.
La resolución de las 27 naciones de la Unión Europea marcó un endurecimiento de su posición con respecto a Cuba, y se esperan mayores críticas de España, que actualmente encabeza la presidencia temporal de la UE y es un importante inversor en la isla.
La Habana respondió la semana pasada con la promesa de resistir a la presión internacional y acusó a los europeos de "gran cinismo" en una declaración.
Cuba ha descrito a Zapata y Fariñas como delincuentes comunes, convertidos en disidentes debido a los beneficios que reciben de sus enemigos, principalmente de Estados Unidos.
Pollán sostiene que la muerte de Zapata ha despertado el interés internacional por la difícil situación de los presos políticos de Cuba.
El ex preso Orlando Fundora, otro disidente del grupo de los 75, fue hospitalizado el martes en la madrugada tras su octavo día de huelga de hambre, pidiendo la libertad de varios condenados en la cárcel en la isla, según dijo uno de sus familiares.