"Kurt Cobain: Montage of Heck" es una narración desgarradora acerca de quién fue el líder de "Nirvana" y qué se escondía detrás de una de las voces que marcaron la historia del rock.
El mito de Kurt Cobain es harto conocido: el rockero que no aguantó la fama y se suicidó a los 27 años, el joven que venía de un hogar desmembrado, que abusaba de las drogas y que se negó a ser la voz de su generación. Es un ícono en la historia del rock, pero también fue hijo, hermano, esposo y, por muy breve tiempo, padre.
El poco conocido realizador Brett Morgen aceptó en 2007 una propuesta ofrecida por Courtney Love, viuda del rockero, para rodar un documental que desmitificara al cantante. La idea era contar su verdadera historia y develar cuáles fueron los pasos previos a su suicidio.
Desde entonces tuvo acceso ilimitado a sus diarios, pinturas, grabaciones y filmaciones caseras. Y una vez que Frances Bean Cobain, hija del músico, se sumó al proyecto como productora ejecutiva, fue su familia quien también prestó sus voces. Así surgió el documental "Kurt Cobain: Montage of Heck", que este lunes se presenta en HBO Estados Unidos y que se proyectará en diferentes países.
Entre demonios
La acumulación de demonios a la que hace referencia el título fue la vida misma de Cobain: una lenta suma de piezas de dominó que, una vez empujado, provocaron la reacción en cadena.
Su madre, Wendy O’Connor, es la encargada de narrar sus primeros años de vida, apoyada en filmaciones famliares. Allí Cobain era un niño feliz, normal, que le gustaba dibujar y la música, pero era un poco inquieto e incontrolable. Fue con el divorcio de sus padres que todo cambió. Fue el primer golpe.
Utilizando animaciones creadas por Stefan Nadelman y Hisko Hulsing, los diarios de Cobain adolescente cobran vida y reviven eventos que marcaron su carácter. Se aborda su rebeldía y depresión causada por el divorcio de sus padres, los conflictos y enfrentamientos, pasar de casa en casa de familiares porque sus padres no podían con él, la inadecuación con sus compañeros de liceo, el uso de drogas.
Descubrir la música y en especial el rock es el que lo encauzó y le dio un motivo. Entonces, "Nirvana" comienza a gestarse. Es el bajista Krist Novoselic quien toma la palabra y cuenta las primeras épocas de la banda, acompañado de filmaciones caseras, entrevistas de televisión y recreaciones de los diarios. Es notoria la ausencia de Dave Grohl, su quinto y más famoso baterista, que se ausentó, según contó luego Morgen, a causa de su trabajo detrás de "Foo Fighters".
El ascenso es estrepitoso y la mente de Cobain comienza a verse afectada, acompañada de otros problemas de salud que debilitaron su cuerpo. En el torbellino de la fama no hubo cómo detenerse y reparar en los detalles.
Allí entra Courtney Love, líder de la banda Hole, con la que Cobain decide comenzar lo que siempre quiso y nunca pudo tener: una familia.
Esa es una de las revelaciones del filme: darse cuenta que la raíz de los problemas del músico tal vez no era la fama, eso vino después. Fue sentirse solo, incomprendido y defraudado en su hogar.
Para la segunda mitad del filme, la vista es desgarradora. Las grabaciones caseras muestran a un Cobain ido, drogado, pero intentando estar ahí para su hija. Es una intimidad casi intrusiva. Es sacarle el velo al mito.
Hay una anécdota que Love casi dice al pasar pero que resulta fundamental. La famosa sobredosis de Cobain en Italia fue su primer intento de suicidio, debido a que Love pensaba engañarlo con otro. Esa es la teoría que pone sobre la mesa el filme: perder a su nueva familia era perderlo todo. En palabras del mismo Morgen a la revista NME, “Kurt Cobain murió de corazón roto”.
Que su muerte sea anunciada, no solo por los hechos sino por todas las intenciones de suicidio que plasmó en sus diarios, no hace que sea menos emotivo. De hecho, el documental logra lo que muchas películas intentan: mostrar los dilemas del personaje en toda su complejidad, generar empatía y, así sin más, hacerlo desaparecer.
Tal vez los fanáticos más acérrimos no saquen nada nuevo de este filme. Pero todos los que sepan qué representa Cobain conseguirán algo al verla: conocer quién fue de verdad la persona que se escondía detrás del nombre.