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¿Dónde obtendrá soya China?
Miércoles, Abril 4, 2018 - 09:37

El grano fue la mayor exportación agrícola estadounidense hacia el gigante asiático el año pasado, por un valor de US$12.000 millones.

China tendrá problemas para reemplazar los suministros de soja de Estados Unidos cuando implemente un arancel adicional del 25% a estos envíos, lo que probablemente infligirá fuertes daños financieros a las compañías nacionales, dijeron analistas y ejecutivos de los productores de alimentos.

El principal importador mundial de la oleaginosa impondrá aranceles a la soja y otros 105 productos estadounidenses, informó la cadena de televisión CCTV el miércoles, una represalia esperada tras las agresivas acciones comerciales de Washington.

La soja es considerada una de las armas más poderosas en el arsenal comercial de Pekín, porque una caída en las exportaciones a China dañaría a Iowa y otros estados agrícolas que respaldaron al presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La soja fue la mayor exportación agrícola estadounidense hacia el gigante asiático el año pasado, por un valor de US$12.000 millones.

China consume alrededor del 60% del comercio global de soja para alimentar a la industria ganadera más grande del mundo. Las fábricas muelen la semilla oleaginosa y la convierten en un ingrediente clave en la alimentación animal.

"Simplemente no hay suficiente soja en el mundo fuera de Estados Unidos para satisfacer las necesidades de China", dijo Mark Williams, economista jefe de Asia en Capital Economics.

"En cuanto a la reducción de la dependencia de las importaciones, hay algunas opciones, pero ninguna es una bala mágica que pueda dañar a los agricultores de Estados Unidos sin generar costos a nivel local", agregó.

¿Qué opciones hay? Brasil suministró la mitad de las importaciones chinas el año pasado, mientras que Estados Unidos envió alrededor de 33 millones de toneladas, cerca de un tercio del total. Reemplazar esas toneladas estadounidenses no será tarea fácil.

Los cultivos en Argentina, el tercer productor mundial, se han visto golpeados por una sequía, recortando las exportaciones a menos de 7 millones de toneladas en la temporada 2017/18, su nivel más bajo en una década, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

Fuera de Brasil, Estados Unidos y Argentina, alrededor de 17 millones de toneladas de soja provienen de un puñado de países. China solo produce alrededor de 14 millones de toneladas, destinada principalmente al consumo humano.

También hay opciones a nivel local, que incluyen usar las reservas estratégicas de emergencia del gobierno y reajustar los ingredientes que entran en la alimentación, dijeron analistas, expertos, comerciantes y compradores en fábricas de alimentos.

"Algunas personas dicen que podrían agotar simplemente sus reservas estatales. Esa es una posibilidad, (pero) nadie sabe cuántas toneladas son", dijo el director para Asia del Consejo Exportador de Soja de Estados Unidos, Paul Burke.

Algunos productores de alimentos están elaborando de manera silenciosa planes de contingencia, tales como encontrar ingredientes sustitutos.

Las fábricas de piensos podrían agregar más maíz, un grano en abundancia a nivel local, granos secos de destilería con solubles (DDGS, por sus siglas en inglés), un subproducto de la producción de etanol, o canola y harina de semilla de algodón a su alimentación.

Sin embargo, mantener los niveles de proteína es complicado. La cantidad máxima de DDGS en la alimentación es de alrededor del 20 por ciento y los ingredientes tóxicos que se encuentran en la canola implican que solo pueden representar el 5 por ciento de la alimentación de los cerdos, y por lo general no se pone en la comida de cerdas o lechones.

A los productores también les preocupa que una demanda adicional y suministros más ajustados aumenten sus gastos generales, inflando los precios de la carne de cerdo, alimento básico en las dietas chinas, y aumentando el costo de vida.

China ya tiene aranceles rígidos sobre las importaciones de DDGS y está investigando las importaciones de sorgo estadounidense por posibles penalizaciones antimonopolio.

La amenaza de acción ha llevado los precios de exportación brasileños a máximos históricos y aumentó las ganancias de los precios futuros de la soja y la harina de soja a nivel local.

"No quiero que China intensifique la tensión comercial", dijo un gerente de compras de compañías de alimentación, preocupado por precios más altos y la falta de fuentes alternativas de alimentación con un contenido de proteína comparable al de la harina de soja.

"Las ventas de Brasil normalmente terminarían alrededor de septiembre y suelen ser semillas estadounidenses entre octubre y marzo. ¿Dónde conseguimos semillas durante ese tiempo si solo compramos en Brasil?", se preguntó.

Autores

Reuters