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¿Dudas sobre tu vocación? Descubre cómo aplicar el círculo dorado
Miércoles, Agosto 22, 2018 - 13:00

Es un método que se basa en tres círculos concéntricos donde cada uno describe un pilar de cualquier comunicación: ¿Para qué? ¿Cómo? y ¿Qué?.

Muchos adultos se sienten hoy insatisfechos con su vida, sienten que no tiene el sentido que querían darle y no saben cómo cambiar esto. Esta infelicidad se ve en mayor grado en el ámbito laboral, donde más se marca esa desazón, ya que una mala elección en la adolescencia, puede llevarlos por un camino equivocado de por vida.

Pero ¿cómo hubiera sido nuestra vida si nos hubieran contado el secreto para elegir correctamente nuestro camino? José Antonio Gutiérrez, coach vocacional y director del programa Mi Propósito, explica que la respuesta está en el llamado Círculo Dorado, un trabajo del escritor y motivador inglés Simon Sinek, que invita a reflexionar sobre la importancia de enfocarnos en el propósito de lo que hacemos, nuestras fortalezas y el aporte de nuestras acciones cotidianas en nuestro mundo.

“El Círculo de Oro es un concepto muy sencillo que encierra una gran verdad, una inmensa sabiduría. Todo se basa en tres círculos concéntricos donde cada uno describe un pilar de cualquier comunicación: ¿Para qué? ¿Cómo? y ¿Qué? Normalmente, todo el mundo (marcas, líderes) sabe qué hace, algunos saben cómo lo hacen, pero muy poca gente sabe por qué lo hacen. Por supuesto, no pensemos en el dinero, eso es una consecuencia, un resultado; sino en por qué realmente se hace lo que se hace y por qué a alguien le va a importar”, explica Gutiérrez, quien, a través de Mi Propósito, realiza programas de coaching vocacional a jóvenes desde los 15 años, para ayudarlos a definir correctamente lo que quieren estudiar y en qué quieren trabajar en el futuro.

La clave está en cómo se produce la comunicación: desde afuera hacia adentro, o desde dentro hacia afuera. “Por ejemplo, si Apple fuera una empresa o marca normal, su discurso lo haría desde afuera hacia adentro: Nosotros fabricamos buenos ordenadores, están bien diseñados y son fáciles de usar. ¿Quieres comprar uno? Ahora viene cómo realmente lo hace Apple, de dentro hacia afuera: ‘Todo lo que hacemos nosotros es porque creemos en un pensamiento diferente. Nosotros materializamos este nuevo pensamiento en ordenadores bien diseñados, fáciles de usar, y eso resulta que lleva a hacer muy buenos ordenadores. ¿Quieres comprar uno?’. Formas distintas pero que pueden ser la clave del éxito”, agrega Gutiérrez

El coach vocacional señala que esta sencilla explicación se emplea en cualquier entorno, desde el marketing hasta un discurso de alguien que quiere inspirar a sus empleados.

“Las personas no compramos lo que hace una marca, sino que compramos por qué lo hacen. Esta es la gran diferencia. Por esa razón, cuando se vaya a contratar a alguien se debe hacer porque esa persona cree en lo que haces y no porque necesita un trabajo. La diferencia es que las primeras trabajarán convencidos, porque lo creen, y las segundas sólo lo harán por el dinero”.

Para entenderlo de mejor manera, el experto lo explica en tres pasos, pensando en que el primero es el centro del círculo, el segundo la capa siguiente y el tercero el más externo:

  • ¿Por qué? Lo inspira el cerebro Reptil y Límbico, controla los instintos y creencias
  • ¿Cómo? Lo inspira el cerebro Límbico, controla los sentimientos, la confianza y la lealtad
  • ¿Qué? Lo inspira el cerebro Neocortes, controla el pensamiento racional.

Simon Sinek explica, que los líderes o empresas exitosas son los que saben comunicar muy bien “el por qué” hacen las cosas. Expone que hay que hablar desde adentro hacia afuera, donde se maneja el comportamiento humano, sin palabras, sólo con emociones. Si una persona puede conectar bien con el porqué tendrá gran terreno ganado para conseguir seguidores y el éxito en la vida.

“Es muy curioso pero la explicación del Círculo de Oro se puede encontrar respaldada por la biología. Si partes del exterior, racionalizas las cosas y cuando vas a sentirlas, se queda muy superficial, y no llevas a cabo ninguna acción. Por el contrario, si comienzas desde el punto central, se ataca primero a los sentimientos y se crea predisposición de actuar, y luego lo cierras con la racionalización. Esto explica por qué Martin Luther King conquistó a todos con su discurso de “Yo tengo un sueño” en vez de “Yo tengo un plan”.

El programa de coaching vocacional Mi Propósito utiliza esta técnica para poder ayudar a elegir lo que los jóvenes quieren para su futuro.

FOTO: PEXELS.COM