En total, se han encontrado indicios de hasta 900 pruebas clínicas llevadas a cabo en la ex RDA entre 1961 y 1990.
DPA. Farmacéuticas occidentales probaron sus medicamentos en la extinta República Democrática Alemana (RDA), según el informe final de un proyecto de investigación que incluye 320 estudios al respecto.
En total se han encontrado indicios de hasta 900 pruebas clínicas llevadas a cabo entre 1961 y 1990, concluye el estudio dirigido por historiador berlinés Volker Hess.
En ese entonces, la endeudada RDA puso a disposición de occidente su sistema de sanidad a cambio de recibir divisas, explicaron. Las solicitudes llegaron, sobre todo, de Alemania Occidental (RFA), pero también de Suiza, Francia, Estados Unidos y Reino Unido. Se han encontrado pedidos de 75 empresas de 16 países.
No se han podido comprobar si hubo vulneraciones sistemáticas de las leyes de entonces en vigor, constató el informe. Los estándares que había a ambos lados del Telón de Acero no se correspondían con los de ahora, indicaron.
Si los pacientes de la RDA fueron informados siempre es algo que no se ha podido aclarar por completo. Sin embargo, se da por sentado que en algunos casos no se debió explicar a los afectados, escribieron.
Los autores del estudio rechazan las especulaciones que apuntan a que se realizaban estudios en la RDA porque era más barato allí. La ventaja decisiva para las empresas occidentales no eran los costes bajos, sino el beneficio en tiempo y la eficacia.
El régimen dictatorial de la RDA se preocupó de una rápida ejecución del estudio y acabó con la crítica pública. Sin embargo, las farmacéuticas occidentales se aprovecharon también del deficitario suministro de medicamentos en el este.
El Ministerio para la Seguridad del Estado (MfS) de la RDA tenía un gran interés en los estudios clínicos y los siguió de cerca, explicaron los expertos.
En Berlín este se instaló ya en la década de los 60 una "oficina de asesoramiento de medicamentos y productos de medicina técnica (Importaciones)", a cargo de colaboradores de la policía de la RDA, Stasi. Las listas de visitantes mostraban qué representantes de empresas buscaban contacto. La oficina central de organización se encargaba de los contratos con las empresas de occidente.
El profesor Hess del Instituto de Historia de la Medicina y Ética del Hospital Charité de Berlín analizó con su equipo las actas de pacientes y de la Stasi, así como informes de fabricantes de medicinas, estudio de archivos y entrevistas con testigos.
La mayor parte del proyecto fue financiado por el Estado alemán, la fundación dedicada al esclarecimiento de la dictadura de la RDA, cámaras de médicos y asociaciones. Se trata de la primera publicación amplia sobre la investigación de los pedidos clínicos de empresas occidentales en la RDA.
En el verano boreal de 2014 se presentó un informe previo con los resultados recabados hasta ese momento. Entonces, Hess se mostró convencido de que era completamente exagerado hablar de "pruebas con humanos".
Ahora en el informe final, en el capítulo "El escándalo que no fue", se explica que no se ha encontrado indicio alguno de que los estudios clínicos en la RDA se hicieran en base a otros estándares de los que en esa misma época se hacían en occidente.