aunque muchos sistemas crean imágenes en 3d, la mayor parte del tiempo hoy, los médicos deben ver esos datos en 2D.
Desde la invención de la máquina de rayos X en 1895, la tecnología de imágenes médicas ha mejorado drásticamente, pero la visualización de esas imágenes no ha cambiado lo suficiente como para continuar. A pesar de que los Tomografías computarizadas (TC) y las resonancias magnéticas (MRI) capturan datos en 3D, el consumo de esos datos por parte de los médicos es casi totalmente en formatos 2D.
EchoPixel, una compañía con sede en Mountain View, California, espera cerrar la brecha. La tecnología de la compañía utiliza los escáneres de TC, MRI o ultrasonido de un paciente para generar una experiencia holográfica que se puede manipular, compartir o guardar para referencias posteriores. Al hacerlo, permite a los equipos médicos comprender mejor los problemas clínicos y comunicarse de manera más efectiva.
La plataforma de software de EchoPixel, True 3D, funciona con un hardware especial que consiste en un monitor, un lápiz óptico y un par de gafas. Las imágenes CT, MRI o ultrasonido existentes se cargan en el software y el software "fragmenta" la imagen en una réplica en 3D de la anatomía escaneada del paciente. Las gafas les permiten a los médicos ver estas partes del cuerpo específicas del paciente que emanan de la pantalla, y el lápiz puede usarse como una herramienta de manipulación para tomar medidas, cortar y visualizar secciones transversales, o incluso poner en dispositivos virtuales implantables para comparar el tamaño.
EchoPixel comenzó con la comprensión del fundador y CEO Sergio Aguirre de que existe una disparidad entre las tecnologías de imagen avanzadas y la forma relativamente rudimentaria en que esas imágenes se consumen. "Cada año se realizan 600 millones de estudios de imagen y más de la mitad son conjuntos de datos tridimensionales, pero aún se los ve como 2D", dice Aguirre. A pesar de que los radiólogos están capacitados para comprender estas imágenes en 2D, otros médicos pueden no comprender sus significados tan bien, dice. "Realmente limita la capacidad de los hospitales para aprovechar toda esa información clínicamente significativa". Como resultado, Aguirre comenzó a trabajar en EchoPixel y lo incorporó formalmente en 2012.
Desde entonces, EchoPixel ha sido adoptado por 15 hospitales. La tecnología se ha utilizado principalmente para cirugías cardíacas, en particular para el diagnóstico y la planificación quirúrgica de defectos cardíacos congénitos pediátricos. También está comenzando a ver el uso en procedimientos de radiología intervencionista, ya que puede visualizar no solo estructuras grandes, sino también vasos sanguíneos más pequeños.
Recientemente, EchoPixel jugó un papel crucial en una operación para separar gemelos unidos en el Centro Médico de la Universidad de Stanford. Durante las etapas de planificación, por ejemplo, los equipos de radiología y cirugía trabajaron en estrecha colaboración y usaron las experiencias holográficas True 3D de EchoPixel como su lenguaje común. "El equipo de radiología cargó las imágenes, destacó ciertas cosas y luego se las presentó a los cirujanos", recuerda Aguirre. Las imágenes 3D True les permitieron colaborar y hablar a través de sus opciones de manera más eficiente, solidificar un plan y luego guardar ese plan para referencia posterior.
Luego, EchoPixel se configuró dentro de la sala de operaciones, de modo que los cirujanos pudieran acceder a su plan guardado como una guía.
Mediante el uso de True 3D para generar estructuras anatómicas reales, específicas del paciente y realistas en cuestión de segundos, EchoPixel les permite a los médicos colaborar y operar mejor. "Realmente creo que no hay razón por la cual un médico deba buscar, en casi 2018, una imagen 2D", dice Aguirre. "Es ridículo para mí. Creo que la tecnología está allí, el software está allí, y estoy muy entusiasmado con lo que está sucediendo ".