La segunda economía más grande del mundo creció 6,6% anual en 2018, cifra ubicada por arriba del objetivo oficial de cerca de 6,5%, pero menor al 6,8% de 2017.

La economía de China ha mostrado una gran resiliencia y potencial en su transición de un crecimiento rápido a un desarrollo de alta calidad, a pesar de las presiones económicas a la baja.  

"Aunque ha crecido a un ritmo relativamente más lento, la economía de China registró una prominente transición en impulso de crecimiento, estructura económica y modo de desarrollo", dijo hoy en conferencia de prensa Zhang Yansheng, un investigador del Centro para los Intercambios Económicos Internacionales de China.

La segunda economía más grande del mundo creció 6,6% anual en 2018, cifra ubicada por arriba del objetivo oficial de cerca de 6,5%, pero menor al 6,8% de 2017.

El crecimiento en el cuarto trimestre fue de 6,4%, en comparación con el 6,5% del tercer trimestre.

Zhang pidió más atención al panorama más amplio detrás de la baja en el crecimiento económico, como la estructura económica dinámica, las ventajas de una cadena industrial completa y el suficiente margen de acción de la demanda interna gracias a 40 años de reforma y apertura.

El gasto de China en investigación y desarrollo representó el 2,15% del PIB en el 2018 y el país registró el año pasado el mayor número de solicitudes y de emisiones de patentes, se indicó en datos del Ministerio de Ciencia y Tecnología.

"La ventaja de los indicadores de innovación pasará de volumen a calidad luego de años de desarrollo", dijo Zhang.

China también ofrecerá un mejor ambiente de mercado para los inversionistas globales en 2019. "China explorará nuevos mercados con inversionistas globales y establecerá una cooperación completa", dijo Zhang.