Aunque la economía estadounidense está mostrando una recuperación, la Reserva Federal se mantiene cauta por los precios de las materias primas.
Washington. La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ofreció este miércoles una tibia evaluación de la economía pese a las recientes señales de que la recuperación se fortalece, señalando que el alto desempleo sigue justificando su programa de compras de bonos por US$600.000 millones.
En un comunicado al concluir su encuentro de política monetaria, el banco central de ese país indicó que las medidas de inflación subyacente eran "de alguna manera bajas", aunque reconoció que el alza en los precios de las materias primas ha encendido preocupaciones de inflación.
La Fed dejó su tasa de interés clave en cerca de cero, como se esperaba ampliamente y reiteró que las tasas se mantendrán en niveles ultrabajos por un extenso periodo de tiempo.
Ninguno de los funcionarios del banco central cuestionó las decisiones.
"La recuperación económica está continuando, aunque a un ritmo que ha sido insuficiente para generar una mejora significativa en las condiciones del mercado laboral", dijo el comunicado de la Fed.
Ese tono fue ligeramente más positivo que su evaluación de diciembre, cuando dijo que la recuperación había sido insuficiente para ayudar en lo absoluto a reducir el desempleo. Desde ese encuentro de diciembre la tasa de desempleo ha bajado cuatro décimas de puntos porcentuales al 9,4% desde 9,8% en noviembre.
La Fed tiene una posición que contrasta fuertemente con la del presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, quien ha advertido que el alza de precios representa una amenaza mientras que la Fed se ha centrado en la inflación subyacente, que está en mínimos de cinco décadas.
La Fed bajó las tasas de interés a cerca de cero en diciembre del 2008 y compró US$1,7 billones de en valores de largo plazo para proveer un impulso adicional a la economía y sacarla de su recesión más profunda en décadas.
Cuando la recuperación parecía vacilar a mediados del 2010, el banco central de Estados Unidos lanzó en noviembre un programa de compras de bonos del Tesoro por US$600.000 millones, con la esperanza de reducir la tasa de desempleo desde cerca del 10%.
En su último encuentro del 14 de diciembre, la Fed decepcionó a los mercados con un comunicado que ofreció muy pocas señales de que la recuperación se aceleraba o de la probabilidad de un impulso por un recorte en los impuestos.
No obstante, las minutas de ese encuentro difundidas tres semanas después dejaron en claro que aunque los funcionarios de la Fed comenzaban a anticipar una expansión económica más robusta en el 2011, la mayoría pensaba que los esfuerzos para mantener un alivio agresivo eran necesarios para hacer bajar el desempleo.
Funcionarios de la Fed realizaron una revisión de los pronósticos económicos para Estados Unidos en el encuentro del miércoles, pero sus resultados no serán difundidos sino hasta el 16 de febrero.
La rotación anual entre los presidentes de los bancos regionales de la Fed con poder de voto incluye a dos que se han mostrado escépticos ante los programas de alivio agresivo de la Fed: el presidente de la Reserva Federal de Filadelfia, Charles Plosser, y el de Dallas, Richard Fisher.
Se espera que la economía de Estados Unidos se haya expandido un robusto 3,5% a tasa anual en el cuarto trimestre tras un crecimiento del 2,6% en el periodo de julio a septiembre.
El desempleo bajó al 9,4% en diciembre desde el 9,8% el mes anterior, pero aún así el crecimiento del empleo ha sido muy lento.
Bajos niveles de inflación fuera de los alimentos y la energía han preocupado a la Fed de que se genere un ciclo vicioso de caída de precios y declive en el gasto y la inversión, pero las brillantes señales económicas en semanas recientes han dado espacio para respiro a los funcionarios de la Fed.
"Estamos viendo ciertas mejoras en el mercado laboral. Creo que el riesgo de deflación ha disminuido considerablemente. Por lo tanto, nos movemos en la dirección correcta", dijo el 13 de enero el presidente de la Fed, Ben Bernanke.
No obstante, los funcionarios saben que tomará mucho tiempo para poder llenar los huecos que dejó la recesión 2007-2009 y han elevado las barreras para cualquier cambio en los planes de comprar bonos del Tesoro, que los mercados estiman que se completara en su totalidad.