Dentro de las virtudes que destaca un informe del BID sobre el sistema boliviano es que permite ahorrar voluntariamente a pesar de estar cotizando.
Carmen Pagés-Serra Es la Jefa de la Unidad de Mercados Laborales y Seguridad Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y llegó a Bolivia para presentar su estudio ‘Mejores pensiones, Mejores trabajos. Hacia la cobertura universal en América Latina y el Caribe’, en cuyo trabajo destaca el sistema de pensiones de Bolivia por tres aspectos: es universal, es sostenible y es eficiente. Asegura que muchos países en América Latina se van a sumar para aplicar este modelo.
-¿En qué consiste el estudio Mejores pensiones, Mejores trabajos. Hacia la cobertura universal en América Latina y el Caribe?
-Este libro nace de una preocupación muy grande, por el hecho de que vemos que la gente en la región es muy joven y está envejeciendo muy rápido, porque se da una confluencia en la esperanza de vida muy rápido y una bajada en la fertilidad muy rápido, que van a converger en cuatro décadas en una región que es muy joven y va a dejar de serlo. Al mismo tiempo, ese proceso en el que la gente ahorra para la vejez, en muchos países no se está dando. Muy poca gente está ahorrando para la vejez. Entre varios factores, llegamos a la conclusión de que la cobertura universal es factible, es posible y financiable. Una de las razones por la que hemos visto eso, es porque en el caso de Bolivia es posible. El ejemplo de Bolivia nos pareció muy interesante.
-¿Qué dificultades ha encontrado en este trabajo?
-La principal dificultad o el epicentro del problema, y donde se debe buscar la solución, es que el mercado de trabajo es altamente informal, con mucha heterogeneidad entre países. En Chile, Uruguay y Costa Rica se ven logros, pero en países como Perú, Bolivia, Colombia hay mucha informalidad, las relaciones laborales son muy precarias; existe muy poco trabajo de calidad, y debido a eso hay muy poca protección social a partir del trabajo. Eso dificulta mucho la cobertura de los sistemas de pensiones. Es muy importante entender esas causas en el mercado de trabajo para identificar la solución.
-Pese a esa situación, ¿cuál es la evaluación que hace del sistema de pensiones de Bolivia?
-El sistema de Bolivia es muy interesante. Fue evolucionando y se fue ajustando a las características de un país. Como que cumple muchos de los objetivos de un sistema de pensiones, a pesar de que el mercado laboral no ha podido generar el ahorro. Tiene un buen pilar básico que es ofrecido por la Renta Dignidad. De hecho, la propuesta que nosotros hacemos está inspirada en la Renta Dignidad. Porque vemos que oferta un piso mínimo universal, es financiable y porque le cuesta el 1% del Producto Interno Bruto (PIB); es algo que los países pueden financiar.
-¿Por qué se destaca el sistema boliviano?
-Porque es único en América Latina, no hay ningún otro sistema como éste en Latinoamérica, sin embargo, creo que habrá más países que van a converger en esto.
-¿Hay países que están imitando este modelo?
-Todavía no hay ninguno, pero creo que habrá muchos, a lo mejor después de este libro (risas). Nos parece que es un modelo interesante. Otros países lo hacen solo con las personas pobres, no es universal. Nos parece que es una opción.
-Mencione tres aspectos por los que se destaca.
-Es una pensión básica universal, cubre a todo el mundo, eso es un primer pilar que busca la universalidad, y eso le permite a Bolivia ser el país con mayor cobertura a los ancianos, a los adultos mayores. Segundo, nos parece que es eficiente, no desincentiva la contribución. Hay países que ofrecen pensiones no contributivas, entonces la gente dice “para qué voy a contribuir si me lo van a dar igual”. En el caso de Bolivia, eso no se está dando, no desfavorece el ahorro. Tercero, está hecho a un nivel sostenible, los montos son manejables. Es un nivel que permite a los países manejarlo sin llegar a situaciones de insostenibilidad fiscal; ahí están los pobres griegos viviendo en la ruina por su sistema de pensiones. Por eso, es importante la sostenibilidad. Por ahora, es universal, es sostenible y es eficiente.
-¿De qué manera incide el tener un buen trabajo?
-El segundo pilar contributivo, en el que las personas van a poder asegurarse de que su pensión va más allá de una pensión antipobreza —que le permita vivir con un nivel de ingreso como cuando trabajaba—, no anda muy bien. Ese pilar requiere más trabajo, hay muy poca gente contribuyendo. En este momento, la proporción de personas contribuyendo a la fuerza laboral en Bolivia, es la menor de América Latina.
-¿Debido a qué?
-Debido a que hay un mercado laboral muy informal y una falta de creación de empleo formal. Hay que ponerle un acento muy fuerte a que el empleo que se genere sea empleo formal. Eso implica trabajar desde las políticas productivas. Donde se ve muy poca filiación es en las personas de menores ingresos, se debe buscar maneras de subsidiar el empleo formal de éstas, o tal vez el Estado hacerse cargo de parte de esto.