Los operadores preveían una caída a mercado 'frontera', desde 'emergente', pero la sorpresa se generó con el nuevo nivel de retroceso que ubica a la nación sudamericana en línea con activos de Jamaica, Trinidad y Tobago, Zimbabwe, Líbano o Palestina, entre otros.
La plaza financiera argentina arrastró importantes quebrantos este viernes como respuesta a la decisión del mayor proveedor de índices del mundo, MSCI, de reclasificar al país como mercado 'standalone' (independiente) ante la prolongada application de controles de capital.
Los operadores preveían una caída a mercado 'frontera', desde 'emergente', pero la sorpresa se generó con el nuevo nivel de retroceso que ubica a la nación sudamericana en línea con activos de Jamaica, Trinidad y Tobago, Zimbabwe, Líbano o Palestina, entre otros.
Lea también: Morgan Stanley rebaja a Argentina de economía emergente a standalone
"Desde septiembre de 2019, los inversores institucionales internacionales han estado sujetos a la imposición de controles de capital en el mercado de valores de Argentina", dijo Craig Feldman, Director Global de Index Management Research y miembro del Comité de Políticas del Índice MSCI, para justificar la medida en momentos de una economía local golpeada por la dureza de la pandemia de coronavirus.
Los índices pueden canalizar miles de millones de dólares de los fondos de seguimiento sobre las economías en desarrollo. Los cambios en las acciones y los bonos que componen los índices pueden cambiar a dónde van esos fondos y en qué cantidad. En este sentido, Argentina queda relegada para apuntalar su vulnerado mercado de capitales.
"Con la nueva recalificación, que no estaba contemplada por el mercado, se logra un reacomodamiento de precios, que esperemos sea rápido ya que simplemente es un movimiento de flujo de fondos y no de valuación de empresas en sí", dijo a Reuters Ramiro Marra , director de Bull Market Group.
Sostuvo que "en el corto plazo hay movimientos articulados en base al dinero de los fondos de inversión, por lo que esperemos termine rápido este reacomodamiento para empezar a buscar 'drivers' (conductores) que hagan recomponer la situación de retraso que tienen los activos argentinos ".
La reclasificación ya había sido advertida por MSCI tanto en 2019 como en 2020 debido a los controles de capitales vigentes en el país, aunque en ambas oportunidades la decisión había sido mantener a Argentina como mercado 'emergente'.
La noticia se conoció en la misma semana que el Gobierno anunció un entendimiento con el Club de París para reprogramar un nuevo acuerdo de vencimiento de deuda para marzo de 2022 y ante un ligero avance en el diálogo con el FMI para reestructurar US$ 45.000 millones desembolsados desde 2018 con la administración del expresidente Mauricio Macri.
El índice accionario líder S&P Merval de la bolsa de Buenos Aires perdió un 2,69%, a 65.133,47 puntos como cierre provisorio, tras alcanzar un pérdida intradiaria máxima del 5,74% al inicio de la rueda y marcar en la primer parte del mes un nivel máximo histórico de 69.688,41 unidades.
Entre las bajas de mayor envergadura se destacaban las acciones de la petrolera estatal YPF, con un 4,64%, al ritmo del fuerte derrumbe de los ADRs en Nueva York. La particularidad de la sesión es que todos los rubros más importantes quedaron negativos.
Las acciones de empresas del país quedan fuera de los índices elaborados por MSCI y por lo tanto los fondos internacionales que replican estos índices no pueden mantener posición en estos activos, de acá la problemática en puerta.
La consultora Portfolio Personal Inversiones descritas que "esta noticia no quita que el mercado local pueda recuperarse en el mediano plazo. Mas allá del movimiento que podamos ver estos días con el ruido de la noticia, la tendencia del mercado se guiará por las elecciones ( de medio término en noviembre), las negociaciones con el FMI y el Club de París, y el plan económico para los próximos años ".
La tercer economía de América Latina creció un 2,5% en el primer trimestre del año, en comparación con el mismo período de 2020, en un contexto limitado por una segunda ola de COVID-19 y una galopante inflación en torno al 50 % según tarifas privadas.
Los bonos extrabursátil se desplomaron en promedio un 1,1%, en una plaza que se reacomodó a las bajas registradas tras el cierre de la sesión previa, comentaron operadores. Las ventas fueron masivas para títulos nominados tanto en pesos como en dólares.
El riesgo país de Argentina, medido por el banco JP.Morgan, subía 17 unidades, a 1.573 puntos básicos hacia las 2000 GMT, lo más alto desde la mitad de mayo.
En la plaza cambiaria, el peso mayorista se depreció un 0,05%, al piso récord de 95,60 / 95,61 por dólar, siempre con liquidez regulada por el banco central (BCRA) con compras o ventas de divisas de sus reservas.
"En otra rueda en la que el banco central alternó ventas y compras para atender desequilibrios entra la oferta y la demanda privada, las habituales fuentes privadas estimaron que la autoridad monetaria terminó el día con saldo neutro por su intervención", afirmó Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio.
El BCRA cerró la semana con una compra de apenas unos US$ 70 millones, una de las intervenciones más reducidas de los últimos meses y rumbo a cerrar junio con un saldo menor a los algo más de 2.000 millones sumados en mayo.
En los circuitos cambiarios alternativos, el peso bajo de manera uniforme por cobertura de carteras a 164,9 unidades en el bursátil 'CCL', a 164 en el denominado 'dólar MEP' y hasta 174 unidades en la franja marginal, con una brecha ampliada al 82%.