Cuestiones relacionadas con la propiedad intelectual, las reglas de origen y los servicios de transporte marítimo también deben ser definidas, dijo el canciller de Brasil, Aloysio Nunes. “La UE no ha respondido como esperábamos”, agregó.
Brasilia. Los negociadores de un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea quieren sellarlo en septiembre, pero diferencias respecto de la carne vacuna, el azúcar y la industria automotriz podrían desbaratar esas esperanzas, dijo el canciller de Brasil, Aloysio Nunes.
Cuestiones relacionadas con la propiedad intelectual, las reglas de origen y los servicios de transporte marítimo también deben ser definidas, dijo Nunes en una entrevista este jueves. “La UE no ha respondido a los movimientos del Mercosur como esperábamos”, agregó.
El Mercosur -un bloque conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- ha solicitado un período de transición de 15 años para la importación de vehículos y autopartes europeos, frente a los 10 años originalmente propuestos, para amortiguar el impacto en su industria.
A cambio, ha ofrecido una cuota generosa para importaciones de Europa durante la transición que “prácticamente anula” su efecto, según Nunes.
La resistencia de la UE a abrir el acceso a algunas exportaciones alimentarias del Mercosur sigue siendo un obstáculo central para completar el acuerdo largamente postergado, que se ha estado negociando desde 1995.
Nunes señaló que no veía ninguna posibilidad de modificar la cuota ofrecida por la Comisión Europea para las importaciones de carne vacuna de 99.000 toneladas anuales, que es menor que la oferta europea hecha en 2004. Pero el Mercosur insiste en que la cuota ingrese libre de aranceles.
Lo mismo aplica para el azúcar del Mercosur, que tendrá una cuota de 150.000 toneladas anuales, pero aún debe pagar un arancel de 98 euros por tonelada, lo que dificultaría la competencia en el mercado azucarero europeo, dijo Nunes.
“Si nos ofrecen una cuota, debería ser una cuota real libre de aranceles, no una cuota ficticia”, añadió.
Nunes manifestó que el Mercosur, el cuarto bloque comercial más grande del mundo, ofrece a la UE un gran mercado de consumidores de clase media ansiosos por comprar productos europeos.
Debido a que las negociaciones comerciales con Estados Unidos se congelaron tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales del 2016, la UE ha sellado acuerdos comerciales con Japón y México, y el Mercosur es el que sigue en la lista.
En términos de reducción de aranceles, podría ser el acuerdo comercial más lucrativo del bloque hasta la fecha, con ahorros potencialmente tres veces mayores que los logrados en los acuerdos con Canadá y Japón combinados.
Nunes dijo que el Brexit no tendría ningún impacto en el trato UE-Mercosur, más allá de servir como base para una futura negociación con Reino Unido.