El mandatario argentino, Mauricio Macri remarcó que el acuerdo entre los dos bloques "va a permitir tener más trabajo argentino en función de brindarle servicios a toda esta Unión Europea, a este bloque de países de Europa".
Buenos Aires. El acuerdo comercial alcanzado a finales de junio entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE) es "una autopista para el crecimiento" de Argentina, afirmó este miércoles el presidente Mauricio Macri.
El mandatario argentino encabezó un acto de obras viales y ferroviarias en la ciudad de Buenos Aires, donde se refirió al entendimiento entre el Mercosur y la UE.
"Juntos hicimos este acuerdo con los europeos, donde muchas de nuestras familias de ahí vinieron. Es una autopista de crecimiento, porque es un convenio que nos permite comprometernos recíprocamente a cumplir, a tener reglas de juego claras", sostuvo.
Macri remarcó que el acuerdo entre los dos bloques "va a permitir tener más trabajo argentino en función de brindarle servicios a toda esta Unión Europea, a este bloque de países de Europa".
"Cada una de estas cosas lo que está demostrando es que podemos y que los argentinos merecemos vivir mucho mejor de lo que hemos vivido", dijo.
"Esto que hemos hecho y que nos costó tanto estos tres años y medio ha generado bases sobre las cuales proyectamos un crecimiento mayor y más rápido para los próximos 20 años", auguró Macri.
Según la cancillería argentina, el acuerdo alcanzado el pasado 28 de junio en la capital belga implica la integración de un mercado de casi una cuarta parte del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, con más de US$100.000 millones de comercio de bienes y servicios.
Incluye además la eliminación de aranceles para el 93% de las exportaciones del Mercosur a la UE y un trato preferencial para el 7% restante.
Respecto a bienes industriales, el bloque europeo liberalizará casi la totalidad de su comercio, mientras que el Mercosur lo hará en un 80%.
Iniciadas en la década de los 90 del siglo pasado, las negociaciones entre el Mercosur y la UE estuvieron interrumpidas de 2004 a 2010, debido a la resistencia de ambas partes a hacer más concesiones.
Del lado europeo, las resistencias fueron en el plano agrícola, mientras que del lado sudamericano estuvieron en el sector industrial.
Retomadas en 2012, las negociaciones entraron de nuevo en un "impasse" al momento de presentar las respectivas ofertas a inicios de 2014, pero de nuevo ganaron impulso en 2017.
Tras el anuncio formal de los ministros del Mercosur y los comisarios de la UE, el texto del acuerdo será sometido a una revisión legal de estilo para posteriormente ser firmado y remitido a los respectivos congresos para su ratificación.