México podría aplicar un arancel de hasta un 75% a los pollos y pavos de Estados Unidos bajo las reglas de la Organización Mundial de Comercio, frente a la tasa del 20% que el país latinoamericano podría imponer a otras exportaciones.
Texas. Trabajadores en la planta Sanderson Farms en Palestine, Texas, están trozando pollos para su exportación a México, un mercado que se ha convertido en pilar de la economía de la ciudad y un destino clave para el sector avícola estadounidense.
La instalación de aproximadamente 1,000 empleados procesa un cuarto de millón de pollos al día, con partes que se comprimen a lo largo de rejillas hacia el área de empaquetado, donde se preparan las piernas y los muslos para la entrega al vecino del sur de Estados Unidos.
Pero el mercado mexicano podría acabar en la "tabla de picar" si la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) colapsa y el presidente Donald Trump cumple su amenaza de retirarse del acuerdo vigente desde 1994 con México y Canadá.
Hay mucho en juego para el sector avícola estadounidense, que exporta productos por más de US$1.000 millones anuales a México.
México podría aplicar un arancel de hasta un 75% a los pollos y pavos de Estados Unidos bajo las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), frente a la tasa del 20% que el país latinoamericano podría imponer a otras exportaciones importantes estadounidenses como el cerdo.
"Esto podría efectivamente impedirnos venderle productos a México", dijo el director financiero de Sanderson Farms, Mike Cockrell. Y agregó que la pérdida del mercado sería comparable al impacto de la prohibición de Rusia sobre las importaciones de pollo estadounidense en 2002.
El precio a granel de cuartos de pierna de pollo en 10 estados de Estados Unidos, incluyendo Texas, se hundió a 18 centavos la libra en marzo de 2002, desde los 26 centavos que costaba antes de la prohibición rusa, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
México representó alrededor del 4.5% de las ventas brutas de Sanderson Farms en los últimos 12 meses hasta octubre.
Funcionarios mexicanos han dejado claro que no quieren que los consumidores enfrenten alzas de precios por la aplicación de aranceles, pero también han advertido que reglas del comercio mundial les permitiría imponer aranceles si no hubiera un TLCAN.
"No hay ningún impedimento", dijo Raúl Urteaga, jefe de comercio internacional en la Secretaría de Agricultura mexicana y una de las personas involucradas en las negociaciones del TLCAN de los años noventa. "Lo que no puedo responder en este momento es el porcentaje del cobro de dicha tarifa".
Funcionarios mexicanos, canadienses y estadounidenses se reúnen en Montreal este martes para las conversaciones que buscan modernizar el acuerdo de 24 años. Los negociadores tienen como objetivo llegar a un acuerdo antes de que arranque la campaña para las elecciones presidenciales de julio en México.
Incluso un arancel del 25% dificultaría la venta en México, y llevaría a un exceso de piernas de pollo en el mercado estadounidense, dijo Cockrell.
"Nadie va a Olive Garden a comprar un cuarto de pierna", dijo Cockrell, refiriéndose a la preferencia general de los consumidores estadounidenses por la carne de pollo blanca en lugar de por la oscura que se halla en los cuartos de pierna.
Las ventas hacia México que se pierdan se sumarían al dolor de cabeza que ya sufre la industria por el virtual cierre del mercado chino a los pollos de Estados Unidos.
Pekín bajó los rígidos aranceles antidumping sobre los pollos de engorde estadounidenses que promulgó en 2010, aunque Washington sostiene que China no ha ido lo suficientemente lejos para cumplir con la normativa de la OMC contra los aranceles.
En lista de espera. Estados Unidos exporta cerca de 20% de su producción de aves de corral y envió alrededor de US$800 millones en carne de pollo y pavo a México en 2016. México compra más pollo de Estados Unidos que los siguientes dos mercados juntos.
Si el TLCAN desaparece, las aves de Estados Unidos podrían tener que lidiar con un aumento de la competencia desde Brasil, que es el mayor exportador de pollo del mundo y tiene acceso libre de aranceles al mercado mexicano hasta 2019. El sector también podría enfrentarse a la posibilidad de perder empleos.
El alcalde de Palestine, Steve Presley, dijo que está preocupado por el futuro económico de su ciudad de 18,000 habitantes. La planta Sanderson Farm abrió sus puertas en 2015.
La industria avícola, por su parte, ha respondido haciendo labores de cabildeo entre los funcionarios estadounidenses.
James Sumner, presidente del Consejo exportador de aves de corral y huevos de Estados Unidos, dijo que se había reunido con el representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer, para discutir la problemática.
Zippy Duval, un criador de pollos de Georgia que es jefe de la Federación de Oficinas Agrícolas de Estados Unidos (AFBF por su sigla en inglés), una organización que agrupa a las distintas cámaras de productores del país, se reunió brevemente con Trump el 8 de enero, dijo el cabildero de AFBF Dave Salmonsen.
Texas, Georgia, Arkansas y Mississippi son los cuatro estados que envían más carne de aves de corral a México. Cada uno es un bastión republicano que votó masivamente por Trump en la elección presidencial de 2016.
Algunos observadores especulan que el impacto potencial del colapso del TLCAN sobre la agricultura podría impulsar a la administración de Trump a, en última instancia, mantener el tratado trilateral.
"No estaría en el interés de los republicanos golpear a una gran parte de su electorado en los bolsillos", dijo en una entrevista Caroline Freund, miembro del Instituto Peterson para la Economía Internacional, a principios de mes.