Un informe de la OCDE y la Unctad determinó que los apoyos gubernamentales a las compañías en crisis estaban llevando los niveles de inversión a una relación uno a uno.
Ginebra. Los rescates de emergencia de los gobiernos del mundo para hacer frente a la crisis financiera han distorsionado los flujos de inversión y debieran ser retirados tan pronto como sea seguro hacerlo, dijo un informe de organismos internacionales.
Pero la Conferencia Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad, por su sigla en inglés) y la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE) hallaron que las políticas regulares de inversión en los últimos meses han tendido a mantener abiertos a los mercados y promover los flujos de inversión.
Su informe conjunto, que observa las cifras de inversión entre noviembre del 2009 y mayo de este año, estima que el monto total de los compromisos públicos de los estados del Grupo de 20 economías desarrolladas y emergentes (G-20), en la forma de capitales, créditos y garantías, superaron el billón de dólares hasta el 20 de mayo.
El ejemplo más prominente de estas medidas es el Programa estadounidense de Alivio de Activos en Problemas (TARP, por su sigla en inglés) de US$700.000 millones.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos dijo el 21 de mayo que el TARP terminará costando cerca de US$105.000 millones, tras las devoluciones de fondos e incrementos en el valor de las acciones en posesión del Estado, como las de Citigroup.
La economista senior de la OCDE, Kathryn Gordon, afirmó que los rescates de emergencia en los estados del G-20 habían llevado a los gobiernos a una relación de uno a uno con cientos de firmas financieras y unas 20.000 no financieras, la "discriminación máxima" contra aquellos que no tienen esos lazos.
"Esta es una fuente de gran preocupación para nosotros (...) que los gobiernos sigan manteniendo esta relación uno a uno", afirmó en una conferencia de prensa en Ginebra.
"Reconocemos que podría ser necesaria cuando se lidia con la crisis, pero es una fuente de preocupación para la inversión internacional", agregó.
Unctad y OCDE dijeron que los rescates y los apoyos gubernamentales llevaban una tendencia que podría afianzarse, afectando a los flujos de inversión.
"Estos esquemas deberían ser retirados tan pronto como las condiciones económicas lo permitan, de manera de enviar un mensaje fuerte a los inversionistas locales y extranjeros de que se espera de ahora en adelante que operen sin ayuda pública, a nivel comercial, en el mercado", agregó.
El informe fue solicitado por el G-20 para su cumbre en Toronto a fines de mes.
Contrastes. Las advertencias de la OCDE y la Unctad sobre el impacto de los rescates contrastaron con la visión en general positiva hacia las políticas de inversión suscritas por los gobiernos del G-20 en el último tiempo.
"Las medidas políticas aplicadas por los miembros del G-20 están principalmente en la dirección de más apertura y liberalización de los regímenes de inversión o de facilitar los flujos de inversión", afirmó James Zhan, director de la división de inversión y emprendimiento de la Unctad.
Los flujos globales de inversión extranjera directa -de los que muchos países en desarrollo dependen para su crecimiento- cayeron casi 40% en 2009 pero probablemente repunten modestamente este año, dijo la Unctad en enero.
Zhan dijo que la economía global necesitaba un resurgimiento de los flujos de capital privado, dado que la inversión pública vista en los rescates era insostenible y generaba deuda a los estados.