La preocupación de las autoridades argentinas es que las cargas del sur de su país son captadas, en gran volumen, por el puerto uruguayo, por lo que estaría próxima la aprobación de una norma que impediría el paso de cargas desde Argentina a Montevideo.
El presidente del Centro de Navegación (Cennave), Mario Baubeta, confirmó a Observa la intención de las autoridades argentinas de aprobar una norma para interferir en la actividad del puerto de Montevideo.
Este lunes, El Observador publicó que “Argentina apronta medidas en contra del puerto de Montevideo” y que se trata de una maniobra para frenar el crecimiento de la actividad de la terminal capitalina, ya que ésta se basa en mercaderías que vienen desde la vecina orilla y tienen como destino a terceros países.
La preocupación de las autoridades argentinas es que las cargas del sur de su país son captadas, en gran volumen, por el puerto uruguayo.
Según El Observador, el titular de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de argentina, Ricardo Luján, “aseguró a representantes de algunas terminales del puerto de Buenos Aires que está próxima la aprobación de una norma para prohibir el paso de cargas argentinas por puertos de países que no tienen convenio bilateral de transporte con Argentina”.
Uruguay, justamente, es uno de los países que no tiene firmado ningún convenio de esta naturaleza con su vecino platense.
“Luján aseguró días atrás que la medida no demorará más de 15 días en implementarse “ -dice El Observador- lo que preocupa a la comunidad portuaria uruguaya.
Baubeta, confirmó a Observa esta información y dijo que cuando el Cennave estuvo en conocimiento de la misma, el pasado 27 de agosto, transmitió de inmediato su preocupación a la cancillería.
“El Cennave dejó en la secretaría del canciller (Luis Almagro) la comunicación acerca del asunto el viernes previo a la reunión que mantuvieron los cancilleres de ambos países el lunes siguiente en Montevideo”, dijo Baubeta.
Consultado por Observa por la respuesta obtenida, el empresario explicó que aún no han tenido comunicación con Almagro y que no sabía si el problema se había tratado en la reunión o se había considerado de alguna manera.
Baubeta indicó que también transmitió la información al presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Alberto Díaz, quien tampoco ha dado ninguna respuesta de lo que se ha hecho al respecto.
El problema. Si el proyecto de decreto que maneja Luján es aprobado, el puerto de Montevideo y la actividad portuaria de todo el país se pueden ver muy afectadas, ya que el gran porcentaje de las mercaderías que pasan por la principal terminal marítima uruguaya es proveniente de Argentina.
Baubeta explicó que no menos de un 75% de las cargas en tránsito que pasan por el puerto son de la vecina orilla y que llegan generalmente desde el sur.
La intención. La rivalidad de puertos y la batalla por convertirse en el centro de distribución regional tiene muchas aristas.
Buenos Aires no puede competir con algunas bondades geopolíticas que presenta Montevideo y hace uso de las herramientas que tiene a mano para frenar la ventaja uruguaya.
Si las autoridades argentinas ponen trabas y evitan que sus mercaderías pasen por el puerto de Montevideo, las cargas del sur del continente las recepcionará Buenos Aires y las distribuirá a los distintos destinos de la región y el mundo. Estaría cumpliendo así el rol por el que lucha con Montevideo.
En este sentido hay una gran presión de las terminales portuarias privadas argentinas para captar esas cargas del sur y de los puertos del Paraná.
En el plano político, la medida es una forma de presionar para que la delegación uruguaya del Sub Grupo de Trabajo número 5 (Transporte) del Mercosur, vote a favor del Acuerdo Multilateral de Transporte Marítimo que Argentina, Brasil y Paraguay quieren aprobar.
El voto que falta es el de Uruguay y el principal argumento de mantener la negativa está basado, justamente, en la actividad del puerto de Montevideo.
El acuerdo dejaría reservada la carga del Mercosur a buques de bandera del bloque, lo que redundaría en un perjuicio para las mercaderías en tránsito que, desde y hacia el Mercosur, pasan por los puertos uruguayos.
En este caso, Uruguay no tendría problemas de acompañar el proyecto si se excluye el transporte marítimo de cabotaje, que es lo que influye en la actividad de los tránsitos.
“Uruguay no apoya el acuerdo porque se incluyen todas las cargas feeder y trasbordos con destino a terceros países. Va en el mismo sentido que la medida que pretende ahora Luján”, dijo Baubeta.