El ministerio de Relaciones Exteriores brasileño dijo este lunes que su cámara de comercio autorizó el proceso contra Canadá en la OMC en relación a un apoyo estatal por US$2.500 millones recibido por Bombardier de parte de la provincia de Quebec.
Brasil denunciará la financiación gubernamental de Bombardier Inc ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), elevando de nivel el último pulso comercial entre el fabricante de aviones canadiense y su rival brasileño Embraer SA.
El ministerio de Relaciones Exteriores brasileño dijo este lunes que su cámara de comercio autorizó el proceso contra Canadá en la OMC en relación a un apoyo estatal por US$2.500 millones recibido por Bombardier de parte de la provincia de Quebec.
Bombardier y Embraer llevan décadas batallando por el mercado regional de jets e intercambiaron acusaciones de subsidios ilegales en los años 90 que sus países llevaron hasta la OMC.
El último caso se refiere al reciente apoyo por unos US$5.400 millones al programa CSeries de Bombardier, que compite con los mayores aparatos comerciales de Embraer y con los aviones menores de fuselaje estrecho fabricados por Boeing Co y Airbus Group SE.
"No hay señales de que el gobierno federal de Canadá vaya a hacer pronto otra inyección significativa de capital en la compañía para asegurar la viabilidad de los nuevos CSeries y su entrada al mercado con precios reducidos artificialmente", señaló el ministerio brasileño en un comunicado.
El presidente ejecutivo de Bombardier dijo la semana pasada que la compañía sigue buscando fondos federales. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, indicó que el Gobierno está trabajando "de forma muy productiva" con Bombardier y que espera realizar anuncios en los próximos meses.
"Los subsidios de Canadá han creado graves distorsiones en el mercado, además de violar las normas internacionales actuales", dijo el presidente ejecutivo de Embraer, Paulo Cesar Silva, en una declaración en la que se felicitó también por la decisión del Ejecutivo brasileño.
Bombardier, que pidió la protección por bancarrota el año pasado, logró un rescate por US$1.000 millones del Gobierno de Quebec. La firma vendió también una participación del 30 por ciento en su división ferroviaria al gestor de fondos de pensiones públicos y privados Caisse de Depot et Placement du Quebec por US$1.500 millones.