La Cámara de Comercio, que tiene tres millones de miembros, ha trabajado históricamente cerca de los presidentes republicanos estadounidenses y apreció la medida de recortes impositivos a las empresas que Trump anunció en diciembre. Pero la creciente tensión comercial ha generado diferencias con el presidente.
Washington.- La Cámara de Comercio de Estados Unidos, el grupo empresario más grande del país y generalmente un aliado cercano del Partido Republicano del presidente Donald Trump, lanzará el lunes una campaña de oposición a las políticas tarifarias del mandatario.
El enfoque de Trump en materia de aranceles, al que los principales socios de Washington reaccionaron imponiendo sus propias tarifas en represalia, ha agitado los mercados financieros y complicado la relación de la Casa Blanca con la Cámara de Comercio local.
La nueva campaña, detallada inicialmente por Reuters, es un esfuerzo potente del gigantesco grupo de presión empresarial.
Mediante un análisis estado por estado, la entidad argumenta que Trump está poniendo al comercio internacional en riesgo de guerra, lo que impactaría en los bolsillos de los consumidores estadounidenses.
"El Gobierno está amenazando con poner en riesgo el progreso económico que trabajó tan duro para lograr", dijo el presidente de la cámara, Tom Donohue, en un comunicado enviado a Reuters. "Deberíamos apuntar al comercio libre y justo, pero este sencillamente no es el camino para hacerlo", agregó.
La Cámara de Comercio, que tiene tres millones de miembros, ha trabajado históricamente cerca de los presidentes republicanos estadounidenses y apreció la medida de recortes impositivos a las empresas que Trump anunció en diciembre. Pero la creciente tensión comercial ha generado diferencias con el presidente.
Trump ha implementado aranceles por valor de miles de millones de dólares a la importación de productos provenientes de China, México, Canadá y la Unión Europea, argumentando que esas medidas son necesarias para compensar los desequilibrios comerciales.
Los países afectados han comenzado con sus represalias. El viernes, Canadá respondió con tarifas al acero y al aluminio de Estados Unidos, prometiendo imponer castigos de US$12.600 millones a bienes estadounidenses hasta que Washington retrotraiga su decisión.
China prevé imponer un nuevo gravamen del 25% sobre la soja en julio. México está sumando cargos a las importaciones de cerdo provenientes de Estados Unidos. La UE ha apuntado a productos estadounidenses por valor de US$3.200 millones vendidos al bloque de 28 miembros, entre ellos el bourbon y las populares motocicletas Harley Davidson.
La cámara basó el análisis con el que argumenta su crítica a Trump en datos del Departamento de Comercio estadounidense y de agencias gubernamentales de China, México, Canadá y la UE.
Trump ha sido persuadido previamente de poner fin a amenazas comerciales con el argumento de que se verían muy afectados estados de su país que lo respaldaron en la campaña presidencial que le permitió ganar las elecciones del 2016.
La Cámara de Comercio indicó que Texas, por ejemplo, podría tener que afrontar US$3.900 millones en aranceles de exportación por las represalias internacionales a las políticas de Trump. Tennessee tendría que hacer frente a US$1.400 millones En cargos de exportación y Carolina del Sur, de US$3.000 millones, según la entidad.