A partir de la próxima semana, todos los productos de acero importados a Estados Unidos estarán sujetos a un arancel del 25% y el aluminio será afectado con una tasa del 10%. Organismos advierten una guerra comercial tras la medida.
Ciudad de México. El presidente estadounidense Donald Trump sorprendió al mundo la jornada del jueves con un sorpresivo anuncio de nuevas tarifas al acero y aluminio. A partir de la próxima semana, todos los productos de acero importados estarán sujetos a un arancel del 25%, y el aluminio será afectado con una tasa del 10%.
La medida propone imponer un arancel global de 24% a las importaciones de acero de todo el mundo, o un arancel de 53% a Brasil, China, Corea, Costa Rica, Egipto, India, Malasia, Rusia, Sudáfrica, Tailandia, Turquía y Vietnam, o una cuota equivalente al 63% de sus exportaciones a Estados Unidos.
En el caso del aluminio, plantea un arancel de 7,7% a las importaciones de todo el mundo, o un arancel de 23,6% a todos los productos de China, Hong Kong, Rusia, Venezuela y Vietnam o una cuota a todos los países del mundo equivalente al 86,7% de sus exportaciones a Estados Unidos.
¡Pidiendo "comercio gratis, justo y Smart!" en un tweet que defiende su decisión, la medida proteccionista de Trump tiene la intención de apuntalar la industria siderúrgica de los Estados Unidos. Con la posibilidad de una guerra comercial en el horizonte, ¿qué países se verán más afectados por los cambios?
La decisión puede desencadenar una guerra comercial con China. El gigante asiático ha sido culpado de inundar el mercado internacional de esos productos, haciendo bajar los precios. Pero mientras que a menudo el polémico presente acusa a China de dañar la economía de su país al inundar el mercado con acero barato, en realidad fue el decimoprimer país en este ramo.
De hecho, los países que serán los más afectados por estos nuevos aranceles son, en algunos casos, aliados clave de los Estados Unidos en la región. Canadá, por ejemplo, fue el socio siderúrgico más importante en 2017 de los Estados Unidos con un total de 5,7 millones de toneladas métricas fluyendo a través de su frontera.
Por su parte, China solo es responsable del 2% de las importaciones de acero a los Estados Unidos, aunque según las cifras del Departamento del Comercio, a octubre del 2017, fue el segundo origen de donde provinieron las importaciones de aluminio.
El gobierno de Pekín ya había anunciado la posibilidad de tomar represalias y el anuncio de Trump se conoce en momentos en los que Lui He, el máximo funcionario comercial chino, se encuentra en Washington.
Canadá se encuentra en el primer puesto entre los países de donde Estados Unidos obtiene el acero para su industria, le sigue Brasil, Corea del Sur, en el cuarto lugar se encuentra México.
Muy lejos de las exportaciones del metal de estos países a EU, se colocan Rusia, Turquía, Japón, Alemania, Taiwán y la india cierra el Top 10 de importadores de acero al país norteamericano. En los puestos 11 y 12 se encuentran Cina y Vietnam respectivamente.
Estados Unidos es el mayor comprador de acero a nivel mundial, obtiene este metal para su industria de al menos 110 países y más del 75% de esas importaciones proviene de solo 10 naciones. Su vecino del norte -en plena renegociación del TLCAN- Canadá exporta el 905 de su suministro a la industria estadounidense.
El mes pasado el gobierno de Trump impuso aranceles a las lavadoras y paneles solares, todo enmarcado dentro de la lógica de defender la industria local y atacar los productos del exterior.
Tras el anuncio la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero (Canacero) reaccionó y aseguró que el gobierno mexicano debería responder con medidas recíprocas e inmediatas, en medio de las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que esta semana se llevan a cabo en la Ciudad de México para su séptima ronda, y que se encuentran estancadas por las diferencias que hay en el sector automotor.
El impacto de las medidas de Estados Unidos no solo se vería directamente en la industria del acero y el aluminio, sino también en otros sectores que utilizan estos insumos para la elaboración de sus productos, como las latas de cerveza.
La amenaza de una guerra comercial abierta hundió la sesión de este viernes algunos índices bursátiles, como el de Alemania, hasta mínimos de seis meses. Y los preparativos de represalias contra dichas medidas en varias potencias mundiales, con la Unión Europea al frente, siembra incertidumbre en el futuro de la mayoría de los sectores empresariales e industriales.
Trump, lejos de bajar la tensión tras sus incendiarias declaraciones, redobló la mañana de este viernes los tambores de guerra a golpe de tuit. "Cuando un país (EU) pierde miles de millones de euros en el comercio con casi cualquier otro país, las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar", tuiteó el mandatario como es ya una costumbre desde que tomó las riendas de la Casa Blanca, solo unas horas después de sacudir los mercados con su anuncio.
Sus dichos ya revieron sus primeros reveses, la primera compañía europea en reaccionar fue la sueca Electrolux -el mayor fabricante europeo de electrodoméstico- que comunicó al mercado su decisión de paralizar sus inversiones en Estados Unidos. Detalló que pondría en espera un plan de US$250 millones de inversión en el país. "Hemos congelado la decisión dado que creemos que los nuevos aranceles podrían causar un aumento bastante significativo en el precio del acero en el mercado de EU, aseguró su portavoz Daniel Frykholm.
Industria del acero: estadísticas y hechos. Desde el establecimiento de fábricas de acero, con frecuencia ha habido momentos en que los productores del metal enfrentaban un desequilibrio entre la oferta y la demanda.
El exceso de capacidad en el sector se convirtió en la nueva norma cuando China -mayor productor de acero del mundo- aumentó su producción e inundó los mercados, incluido Estados Unidos, con acero barato: las importaciones de acero de EU alcanzaron su punto máximo en 2015, cuando el déficit comercial alcanzó los US$745.66 mil millones. Esta cifra cayó a alrededor de US$734.000 millones en 2016.
En 2015, como resultado de la débil demanda del sector de la construcción nacional china y una disminución general del crecimiento de su producto Interno Bruto, la industria siderúrgica del país asiático encontró su primera contracción anual en unos 25 años.
La siderúrgica con sede en Luxemburgo, ArcelorMittal es actualmente la mayor productora de acero del mundo. Las estadounidenses Nucor y US Steel ocupan el lugar 12 y 24, respectivamente.
El acero es una aleación que consiste principalmente en hierro, pero que generalmente se fabrica combinando hierro y otros elementos. Estos elementos adicionales junto con la temperatura adecuada desempeñan un papel crucial cuando se trata de cambiar las propiedades del metal en términos de resistencia, dureza, ductilidad, soldabilidad y durabilidad.
La combinación perfecta de hierro y otros elementos, incluidos manganeso, carbono o metales básicos como el níquel y el cobre, ayudan a producir el tipo de acero que mejor se adapta a una determinada necesidad. Los métodos más extendidos para alterar las propiedades del acero incluyen recocido, templado, temple y granallado, así como laminación en caliente o en frío.
El acero juega un papel esencial en el desarrollo de la infraestructura y la construcción, así como en la fabricación de automóviles y la construcción naval. A la luz de la creciente adopción de conciencia ambiental alrededor del mundo, se debe enfatizar que este metal ferroso es uno de los materiales más ampliamente reciclados en todo el mundo.
Alrededor de 1.600 millones de toneladas métricas de acero crudo se produjeron en todo el mundo en el 2016, ese año, el consumo mundial de chatarra de acero llegó a alrededor de los 560 millones de toneladas métricas, según datos de Estatista.