Este miércoles se retoman las conversaciones para renovar el tratado comercial, luego que la semana pasada no lograran a un acuerdo. El gobierno de Trump quiere eliminar un mecanismo de resolución de disputas que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, considera crucial.
Washington. Canadá retomará este miércoles en Washington las conversaciones para renovar el TLCAN con la determinación de no ceder en asuntos clave pese a las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de tomar represalias contra la economía canadiense si Ottawa no avanza rápido.
Trump, que cerró la semana pasada un acuerdo lateral con México, el tercer integrante del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, aseguró que está dispuesto a imponer aranceles a los automóviles procedentes de Canadá o excluir directamente al país del pacto.
El mandatario argumenta que el pacto de 1994 -que comprende US$1,2 billones de comercio anual- provocó que cientos de miles de trabajos manufactureros abandonaran Estados Unidos.
El gobierno de Trump, que presiona en favor de una pronta firma del acuerdo, quiere eliminar un mecanismo de resolución de disputas que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, considera crucial.
Las dos partes, que no lograron aparcar sus diferencias la semana pasada, están discutiendo también sobre las exigencias estadounidenses de un mayor acceso al cerrado mercado lácteo canadiense.
Trudeau dijo este martes que "hay una serie de cosas que tenemos que ver en un TLCAN modernizado" y reiteró que no firmará un acuerdo malo.
Trump notificó al Congreso que su intención es firmar el acuerdo a fines de noviembre y funcionarios dijeron que el texto será publicado en torno al 1 de octubre. No obstante, funcionarios canadienses, que destacaron la creciente presión política sobre Trump por parte de círculos empresariales y laborales estadounidenses para mantener el TLCAN como un pacto a tres bandas, aseguraron que no tienen prisa.
"No estamos diciendo que no queremos movernos rápidamente para lograr un acuerdo, pero nuestra intención es tomarnos el tiempo que sea necesario", dijo una fuente gubernamental que declinó ser identificada. "Estamos viendo buena voluntad de todas las partes y, si vemos más flexibilidad, creo que podremos empezar a ver las cosas moverse en la buena dirección".