El gobernador del Banco de Canadá, Mark Carney, dijo a funcionarios de América del Norte y del Sur que ellos no deberían contar con una baja de los precios de las materias primas pronto.
Calgary. Canadá dijo que el actual auge de las materias primas podría durar décadas y advirtió a los países en vías de desarrollo que no deben ser demasiado tímidos con las alzas de tasas de interés.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que gran parte de la economía de Latinoamérica está recalentándose.
El gobernador del Banco de Canadá, Mark Carney, dijo a funcionarios de América del Norte y del Sur este sábado que ellos no deberían contar con una baja de los precios de las materias primas pronto.
Esta posición probablemente sea debatida en el encuentro que mantienen los funcionarios de Economía del Hemisferio Occidental este fin de semana en Calgary.
"Es un error atribuir todo esto a (factores) cíclicos", dijo Carney, refiriéndose al argumento de que los precios de los bienes como el cobre y los granos han subido sólo debido a un repunte del ciclo económico global.
"Estamos en un ambiente que probablemente estará con nosotros por varias décadas", dijo durante un panel de discusión del encuentro anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
A lo largo de América Latina, la inflación se acelera tanto por la fuerte demanda de los consumidores como por la escalada de los mercados de materias primas, que ha causado una subida de los precios de los alimentos.
En ese sentido, el jefe del Fondo Monetario Internacional advirtió que muchas economías latinoamericanas, que se han recuperado de la crisis financiera global con la ayuda de una sólida demanda de sus materias primas de exportación, ahora están creciendo demasiado rápido.
"En muchas de ellas hay señales preocupantes de recalentamiento", dijo el director gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn en un blog, agregando que el crecimiento de los mercados financieros de la región aumenta el riesgo de burbujas crediticias en Latinoamérica.
Strauss-Kahn dijo que él abordó los desafíos de política para la región más temprano en el día en Calgary con ministros de Finanzas del Hemisferio Occidental, quienes mantuvieron encuentros en paralelo a la reunión del BID.
Algunos funcionarios de América Latina han argumentado que el auge de los precios de los alimentos pasará y que se debería centrar la atención en el tema de si el impacto temporario de precios alteraría las expectativas inflacionarias.
Pero Carney dijo en un discurso este sábado que el panorama para la demanda subyacente es fuerte debido al rápido desarrollo de los mercados emergentes.
Advirtió que las políticas mal orientadas en los mercados emergentes para responder a la alta inflación y a una oleada de ingresos de capitales podrían conducir a la inestabilidad financiera y un débil crecimiento económico global.
"Allí es donde uno puede cometer errores bastante grandes y tardar demasiado, tanto por el lado monetario como por las reformas estructurales que son bastante fundamentales", sostuvo.
Mientras el mundo se recupera de la recesión, las naciones han chocado por sus políticas cambiarias en momentos en que muchos países se ajustan a las tasas de interés extremadamente bajas de Estados Unidos y la reticencia de China a permitir una mayor apreciación de su moneda, el yuan.
Inversores en busca de altos rendimientos han depositado su dinero en América Latina, agudizando esas tensiones.
Refiriéndose a lo que el ministro de Finanzas de Brasil calificó como "guerras cambiarias", Carney dijo que cuando las economías grandes impiden la apreciación de sus monedas, otras se sienten presionadas a seguirlas. Esto conduce a una reacción en cadena de otras políticas distorsivas.
"El impacto colectivo de esta conducta arriesga la inflación y burbujas de activos en las economías emergentes y, con el paso del tiempo, un crecimiento global inferior a lo normal", dijo.