Una fuente canadiense, que prefirió no ser identificada dado lo delicada de la situación, dijo que los negociadores canadienses pensaron que era muy posible que las conversaciones continuaran hasta fines de septiembre.
Washington. Canadá está cada vez más optimista de que pueda llegarse a un acuerdo con Estados Unidos para rescatar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aunque pueda tardar hasta fines de septiembre, dijo este viernes una fuente con conocimiento directo de las conversaciones.
Funcionarios estadounidenses y canadienses reanudaron sus negociaciones esta semana para modernizar el pacto de 1994, que conduce US$1,2 billones al año en comercio entre Estados Unidos, Canadá y México, y respalda cientos de miles de empleos.
El presidente Donald Trump llegó a un acuerdo comercial con México y amenazó con seguir adelante sin Canadá, una medida que acabaría con el TLCAN.
Las conversaciones en Washington se centran en el sistema de suministro lácteo de Canadá, que según Estados Unidos daña sus exportaciones, el deseo de Ottawa de mantener el mecanismo de resolución de disputas del capítulo 19 del TLCAN y las leyes de medios en Canadá que favorecen el contenido producido en el país.
La fuente canadiense, que prefirió no ser identificada dado lo delicada de la situación, dijo que los negociadores canadienses pensaron que era muy posible que las conversaciones continuaran hasta fines de este mes.
Un funcionario estadounidense dijo a Reuters este jueves que Canadá necesitaba avanzar en el asunto de los lácteos. En su reciente acuerdo comercial con la Unión Europea, Canadá hizo concesiones en las importaciones de estos productos.
"Estamos concentrados en tres asuntos: el Capítulo 19, los problemas culturales y los productos lácteos. Hemos creado una palanca e impulsado a Canadá a la mesa", dijo el funcionario estadounidense. "Parte de nuestro problema es que Canadá ha estado retrocediendo en sus compromisos (en productos lácteos)".
Trump está enfocado en lo que él considera comercio "injusto" como parte de su agenda "Estados Unidos Primero" para impulsar las manufacturas y empleos en su país, imponiendo aranceles a socios comerciales incluidos Canadá, China, la UE y México. Esto ha provocado represalias.