El Ministerio de Comercio de China dijo este miércoles que estaba "impactado" y que se quejaría ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero no dijo cómo respondería. En un comunicado, dijo que las medidas de Estados Unidos eran "completamente inaceptables".
Beijing. China acusó a Estados Unidos de acosarla y advirtió de que respondería después de que el gobierno de Trump elevase la presión comercial con la amenaza de aranceles del 10% sobre las importaciones de una nueva lista de productos del gigante asiático con un valor de US$200.000 millones.
El Ministerio de Comercio de China dijo este miércoles que estaba "impactado" y que se quejaría ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero no dijo cómo respondería. En un comunicado, dijo que las medidas de Estados Unidos eran "completamente inaceptables".
El ministerio chino de Exteriores describió las amenazas de Washington como "acoso típico" y dijo que China tenía que contraatacar para proteger sus intereses.
"Esto es una lucha entre unilateralismo y multilateralismo, proteccionismo y libre comercio, poder y normas", dijo la portavoz de Exteriores, Hua Chunying, en una rueda de prensa este miércoles.
Beijing dijo que respondería a las cada vez mayores medidas arancelarias de Washington, incluso mediante "medidas cualitativas", una amenaza que las empresas estadounidenses en China temen que podría implicar desde inspecciones más minuciosas hasta retrasos en la aprobación de inversiones e incluso boicots de los consumidores.
China también podría limitar las visitas de turistas chinos a Estados Unidos, un negocio que medios estatales valoran en US$115.000 millones, o deshacerse de bonos del Tesoro de EEUU, dijo en una nota la economista de ING en Hong Kong Iris Pang.
Los US$200.000 millones superan el valor total de los productos que China importa de EE.UU., lo que significa que Beijing podría tener que pensar en maneras creativas de responder a las medidas estadounidenses.
Washington divulgó este martes una lista de bienes chinos que propuso que sean objeto de aranceles, incluidos cientos de productos alimenticios, así como tabaco, carbón, productos químicos, acero y aluminio, provocando las críticas de grupos industriales de EE.UU.
La lista también incluye neumáticos de vehículos, alimentos para perros y gatos, muebles, productos de madera, alfombras, puertas, bolsos y maletas, guantes de béisbol, bicicletas, papel higiénico, esquíes, bolsas de golf y cosméticos, además de bienes electrónicos como componentes de televisores.
"Durante más de un año, el Gobierno de Trump ha instado pacientemente a China para que detenga sus prácticas injustas, abra sus mercados, y participe en una verdadera competencia de mercado", dijo el representante Comercial, Robert Lighthizer, al anunciar los aranceles propuestos.
"En vez de abordar nuestras legítimas preocupaciones, China comenzó a tomar represalias sobre productos estadounidenses (...) No hay una justificación para dicha acción", señaló en un comunicado.
La semana pasada, Washington impuso gravámenes del 25% sobre importaciones chinas con un valor de US$34.000 millones y China respondió inmediatamente igualando los aranceles sobre las exportaciones estadounidenses al gigante asiático por una idéntica cifra.
Ambos países planean aranceles sobre bienes por valor de US$16.000 millones en productos que elevarían la suma a US$50.000 millones.
Trump dijo que podría imponer aranceles sobre más de US$500.000 millones en productos chinos, aproximadamente el total de las importaciones estadounidenses desde China el año pasado.
Los inversores temen que una intensa guerra comercial entre Estados Unidos y China pueda afectar al crecimiento económico global y perjudicar la confianza en el mercado.
Este miércoles, el mayor índice de bolsas de la región de Asia-Pacífico al margen de Japón, MSCI, bajó un 1%, mientras que los principales indicadores de Hong Kong y Shanghai bajaron un 1,29% y un 1,78%, respectivamente.
"Los aranceles son impuestos". Algunos grupos comerciales estadounidenses e importantes legisladores criticaron rápidamente la medida. El republicano Orrin Hatch, quien preside la Comisión de Finanzas del Senado, afirmó que "parece imprudente".
La Cámara de Comercio de Estados Unidos, que ha respaldado los recortes de impuestos promulgados por Trump y los esfuerzos para reducir la regulación en los negocios, también expresó su visión contraria a los aranceles propuestos.
"Los aranceles son impuestos, simple y sencillo. Imponer impuestos sobre otros productos valorados en US$200.000 millones aumentará los costes de los bienes diarios de las familias estadounidenses, agricultores, trabajadores y creadores de empleos", aseguró una portavoz de la Cámara de Comercio.
"También resultará en aranceles de represalia, dañando aún más a los trabajadores estadounidenses", agregó.
Responsables del Gobierno estadounidense dijeron que habrá un proceso de dos meses para permitir que el público comente sobre los aranceles propuestos antes de que se termine de definir la nueva lista.