Pero aunque las exportaciones crecieron más rápido y las importaciones se redujeron menos que lo previsto, funcionarios de comercio advirtieron de más vientos en contra en el primer trimestre.
Pekín/Shangai. Los datos comerciales chinos de diciembre superaron las expectativas, ya que la demanda de una economía estadounidense más fuerte ayudó a contrarrestar la debilidad en Europa y Japón, mientras que la búsqueda china de ofertas en los mercados de materias primas puso un piso a la caída de las importaciones.
Pero aunque las exportaciones crecieron más rápido y las importaciones se redujeron menos que lo previsto, funcionarios de comercio advirtieron de más vientos en contra en el primer trimestre.
Las autoridades chinas están tratando de guiar a la segunda mayor economía del mundo a través de un período de debilidad, en momentos en que enfrenta una demanda débil y una desaceleración de su mercado inmobiliario.
Las exportaciones en diciembre subieron un 9,7% respecto al mismo mes del año anterior en términos denominados en dólares, mostraron el martes los datos de la Administración General de Aduanas, superando claramente un sondeo de Reuters en casi tres puntos porcentuales completos.
Las importaciones se redujeron en sólo un 2,4%, mientras que el consenso de los analistas era de un descenso mucho más pronunciado de un 7,4%.
Pero los funcionarios se mostraron cautos al hablar de cuánto impulso positivo ofrecerá el comercio.
"Creemos que los factores negativos que debilitaron el desempeño comercial en el 2014 se mantendrán por un período de tiempo", dijo Zheng Yuesheng, portavoz de la oficina de aduanas de China.
Zheng se refería a factores como una débil recuperación de la economía mundial, la caída de la inversión extranjera directa en el sector manufacturero de China y el aumento de los costos domésticos de producción.
La ralentización en la caída en las importaciones frente al mes anterior se debió en gran parte a un resurgimiento de las compras de materias primas, y Zheng señaló que el declive de los precios había sido un beneficio neto para el país mediante la reducción de los costos de importación.
China registró un superávit comercial de US$49.600 millones para el mes, por debajo del récord de noviembre de US$54.500 millones.