El presidente de Asopartes, Tulio Zuluaga, asegura que la viabilidad de este tratado para la industria que él representa, depende de que “se creen unos beneficios arancelarios e impositivos a la industria nacional para competir, pero hay que buscar el equilibrio”.
Este miércoles finaliza la última mini ronda de negociación entre Colombia y Corea del Sur para la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC). En Los Ángeles, Estados Unidos, se dieron cita desde este lunes representantes y empresarios de los dos países, para acordar las reglas del juego en el acceso a los mercados de los bienes industriales y agrícolas. Un tema sensible porque es precisamente en este capítulo en el que están los mayores contradictores y partidarios de la firma del acuerdo.
En el bando de los inconformes con las condiciones hasta ahora planteadas se encuentran los sectores de electrodomésticos, automotores y sus partes. Y así lo han hecho saber. Desde Los Ángeles, el presidente de Asopartes, Tulio Zuluaga, asegura que la viabilidad de este tratado para la industria que él representa, depende de que “se creen unos beneficios arancelarios e impositivos a la industria nacional, para competir sanamente con el mercado coreano que es tan arrollador. Nosotros sabemos que un acuerdo de este tipo le conviene al país, pero hay que buscar el equilibrio”.
El sector de electrodomésticos también se pronunció. “Colombia ha adelantado varias iniciativas positivas para estimular su comercio internacional con la firma de varios TLC (…) pero con Corea el país se enfrenta a una situación muy particular, con beneficios nada claros”, asegura a través de un comunicado la empresa Haceb, que está presente en la mini ronda.
La compañía antioqueña advierte que actualmente el mercado colombiano ya está abierto a Corea del Sur, y muestra de ello es que en 2010 las importaciones de ese país a Colombia llegaron a los US$552 millones, aumentando en un 34% frente a 2009. Además, la balanza comercial –a datos de agosto del año pasado– es deficitaria para nuestro país en US$323 millones.
En el otro bando, el de los partidarios del TLC, están el sector agrícola. Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), afirma que ellos mismos han impulsado acuerdos comerciales con el Pacífico porque son países en constante crecimiento que están solicitando sus productos. “Economías como Japón y China son el futuro de los tratados para nuestro sector, porque están demandando hoy en día muchos más productos con base en proteína y no carbohidratos por su incremento en el ingreso bruto por persona”. Y apela también a la palabra “equilibrio” para advertir que, inevitablemente, “en los tratados unos ganan y otros pierden, pero Colombia tiene que quedar como ganador”.
Hoy se conocerá el balance de este nuevo paso en las negociaciones. Hernán González Pardo, presidente ejecutivo de la Cámara Colombo Coreana de Comercio e Industria, explicó desde el sitio donde se desarrolla el encuentro que hasta ahora las conversaciones se han centrado en los temas agrícolas “que son los de principal interés para Colombia”.
Según su cronograma entre abril y mayo se celebrará un nuevo encuentro, para cerrar todas las temáticas que ya se han discutido en las cuatro rondas y dos mini rondas que se han realizado (entre ellas telecomunicaciones, comercio electrónico, política de competencia, transparencia, disposiciones institucionales). Y al finalizar el primer semestre los presidentes de los dos países estarían firmando el tratado. Este sería el primer acuerdo comercial de Colombia con un país asiático.