La Fundación Getulio Vargas dijo este martes que su Índice de Confianza del Consumidor (ICC) cayó 3,2 puntos en diciembre, a 78,5 puntos. En medias móviles trimestrales, el índice retrocedió 1,6 puntos, poniendo fin a una tendencia alcista iniciada en julio.
Sao Paulo. La confianza del consumidor brasileño registró su tercer descenso mensual consecutivo en diciembre, lo que refleja un deterioro de la evaluación del momento actual y futuro del sector en medio de la fuerte propagación del COVID-19, el alto desempleo y el fin de los beneficios de emergencia del gobierno.
La Fundación Getulio Vargas (FGV) dijo este martes que su Índice de Confianza del Consumidor (ICC) cayó 3,2 puntos en diciembre, a 78,5 puntos. En medias móviles trimestrales, el índice retrocedió 1,6 puntos, poniendo fin a una tendencia alcista iniciada en julio.
El resultado de diciembre fue reflejo tanto del empeoramiento de la satisfacción de los consumidores con el momento actual como de las menores expectativas en relación con los próximos meses. El Índice de Situación Actual (ISA) perdió 2,1 puntos a 69,7 puntos, mientras que el Índice de Expectativas (IE) cayó 3,7 puntos a 85,6.
"Ante una segunda ola de COVID-19, el fin de las prestaciones de emergencia y el alto desempleo, los consumidores, especialmente aquellos con menor poder adquisitivo, señalan que continuarán conteniendo el gasto", dijo Viviane Seda Bittencourt, coordinadora de la encuesta.
"El comportamiento más cauteloso se relaciona principalmente con una percepción de dificultad para conseguir empleo: el 97,5% de los consumidores cree que es difícil en este momento, lo que provocó que el indicador alcance el menor nivel de los últimos 16 años. Pese a que se acerca el inicio de las campañas de vacunación, el consumidor sigue desanimado de cara a 2021".