De todas maneras, el ICC –relevado por la Cátedra Sura de Confianza Económica de la Universidad Católica y Equipos Consultores– continúa en la zona de "moderado pesimismo" en la que ingresó en mayo del año pasado.
Montevideo. De la mano de aumentos más tímidos del salario real de los trabajadores, un incremento de la tasa de desempleo y menor acceso al crédito para las familias, el consumo terminó 2015 estancado. Las perspectivas para la actividad comercial este año tampoco parecen dar señales de un repunte durante 2016. Ayer, en tanto, se conoció la última edición del Índice de Confianza del Consumidor (ICC), que mostró que, luego de dos meses de caída, logró recuperarse en abril con un incremento de 1,4% frente a marzo.
De todas maneras, el ICC –relevado por la Cátedra Sura de Confianza Económica de la Universidad Católica y Equipos Consultores– continúa en la zona de "moderado pesimismo" en la que ingresó en mayo del año pasado.
Pese a que dos de los subíndices que mide este estudio (Situación económica del país y Situación económica personal) tuvieron una mejoría respecto a la última medición, el subíndice Predisposición a la compra de bienes durables siguió su tendencia descendente y cayó 5% frente al mes anterior. Con esta nueva contracción, este subíndice acumuló durante el primer cuatrimestre del año una baja de 37,7% frente al mismo período de 2015.
Dentro de los otros subíndices que mide el ICC, Situación económica del país y Situación económica personal experimentaron recuperaciones parciales, de 3,3% y 2,3%, respectivamente.
Este mes, el informe también da cuenta de un fenómeno: los consumidores uruguayos han sido sistemáticamente más optimistas cuando se les pregunta por el futuro que a la hora de hablar del presente.
A pesar de esto, agrega el trabajo, si se comparan las variaciones de los dos subíndices, se observa que desde principios de 2015 el índice de Condiciones actuales descendió 20,6% en promedio el año pasado.
Esta baja se agudizó durante los primeros cuatro meses de este año (una caída de 28,6% respecto al mismo periodo de 2015). En esto impactó, además, una disminución más profunda del subíndice Situación económica personal actual respecto a un año atrás: 22,7% frente al primer cuatrimestre del año pasado.
Entre octubre de 2014 y abril de 2016 el subíndice Situación actual cayó 15%, mientras que el de Situación actual lo hizo a un ritmo bastante mayor, 33,6%. A pesar de que descendieron los dos, el primero lo hizo de manera menos intensa que el segundo.