Canadá dice que no se siente obligado por la fecha límite impuesto por EE.UU. Cuando se le preguntó si el tiempo se está acabando, la canciller Freeland sostuvo que su enfoque es llegar a un acuerdo que sea bueno para los canadienses.
Washington. Canadá y Estados Unidos dieron pocas señales este jueves de acercarse a un acuerdo para renovar el TLCAN, y las autoridades canadienses dejaron en claro que Washington debe retirar una amenaza de posibles aranceles a los automóviles, dijeron fuentes.
El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere acordar un texto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para fines de septiembre, pero todavía hay grandes diferencias entre las partes.
"Hoy discutimos algunos temas difíciles", dijo a periodistas la ministra de Relaciones Exteriores canadiense, Chrystia Freeland, tras reunirse con el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer.
Freeland, quien visitó Washington cuatro semanas seguidas para negociar la modernización del TLCAN, no dio más detalles.
Si bien ya se han cumplido varios plazos durante las negociaciones de más de un año para renovar el TLCAN, la presión sobre Canadá para que acceda a un acuerdo está creciendo, en parte para que el pacto sea aprobado por el Congreso estadounidense antes de que el nuevo gobierno de México asuma el 1 de diciembre.
Canadá dice que no se siente obligado por la fecha límite. Cuando se le preguntó si el tiempo se está acabando, Freeland sostuvo que su enfoque es llegar a un acuerdo que sea bueno para los canadienses.
Trump llegó al poder el año pasado y prometió poner fin al TLCAN a menos que se realizaran cambios importantes a un pacto al que culpa por la pérdida de puestos de trabajo en la industria de Estados Unidos.
Trump, quien el mes pasado llegó a un acuerdo bilateral con México -el tercer miembro del TLCAN-, ha amenazado con excluir a Canadá si es necesario. También dijo que podría imponer un arancel del 25% a las exportaciones de automóviles canadienses, lo que dañaría gravemente la economía.
Algunos sectores están presionando al gobierno canadiense para que abandonen su lema de que un TLCAN malo es peor que la opción de que no haya un acuerdo.