La OMC está integrada por 157 países, ocho de ellos, aparte de Costa Rica, han postulado candidatos que, en algunos casos, ya iniciaron sus respectivas campañas, como la indonesa, Mari Elka Pangestu que recientemente realizó una visita a Estados Unidos.
Tras la postulación de Anabel González, titular del ministerio de Comercio Exterior (Comex) de Costa Rica para la Dirección General de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Ejecutivo de ese país y la referida cartera han determinado un plan de campaña.
De acuerdo con la ministra, este será austero, por lo que se aprovecharán dos viajes ya estimados en el presupuesto ordinario y solo uno más será extrapresupuestario. Además se ayudarán del cabildeo que las embajadas de Costa Rica en los diferentes países hagan.
La OMC está integrada por 157 países, ocho de ellos, aparte de Costa Rica, han postulado candidatos que, en algunos casos, ya iniciaron sus respectivas campañas, como la indonesa, Mari Elka Pangestu que recientemente realizó una visita a Estados Unidos.
En el período de campaña, que se extenderá de enero a marzo de este año, el Consejo General hará una serie de consultas para reducir la lista según los apoyos que posean, consignó La Nación.
González aprovechará una reunión de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en París, a mediados de enero para reunirse con representantes de diversos países. Otro de los viajes programados es el encuentro del Foro Económico de Davos, en Suiza. Mientras que el único gasto directo que efectuará será la asistencia a una reunión en el que los candidatos se presentarán ante el Consejo General de la OMC el próximo 29 de enero.
Esta estrategia es definida directamente por Casa Presidencial y el Comex, explicó la cancillería tica al consultarle si se ha dado orden para apoyar la campaña.
En opinión de los especialistas en política y relaciones internacionales, Nuria Marín y Mario Hidalgo, hay mucho de positivo en esta candidatura en especial si González logra la dirección, debido a que, además de ser un orgullo, proceder de un país pequeño pero con presencia en el organismo consolida las aspiraciones como nación.